De acuerdo con un metaanálisis reciente(1), el consumo de cannabis en las madres durante la gestación, está asociado a una mayor frecuencia de anemia durante el embarazo, a un menor peso al nacer en el recién nacido y a una mayor proporción de ingresos en unidades de cuidados intensivos neonatales. Aunque hay estudios que muestran efectos de la exposición intraútero del cannabis en el comportamiento y en el desarrollo neurocognitivo de los recién nacidos, las diferencias con los no expuestos son pequeñas, el análisis resulta difícil por los factores de confusión y hay resultados contradictorios con otras investigaciones, por lo que las conclusiones no pueden ser interpretadas como definitivas.
Una revisión sistemática (RS) publicada en 2016(1) incluyó 24 estudios de cohortes, descriptivos y de casos-control. En las variables de resultados no se incluyeron el desarrollo neurológico, o los cambios de comportamiento en los recién nacidos de madres que consumieron cannabis durante el embarazo. En los resultados, la RS mostró que:
- Las mujeres que fumaron cannabis durante el embarazo presentaron con mayor frecuencia anemia ["Odds ratio" (OR) de 1,36; con IC al 95% de 1,10 a 1,69] que las mujeres que no utilizaron cannabis.
- Los niños expuestos a cannabis intraútero mostraron un menor peso al nacer (OR para peso bajo al nacer de 1,77; IC al 95% de 1,04 a 3,01; y diferencia media conjunta de peso al nacer de 109,42 gr, IC al 95% de 38,72 a 180,72) que aquellos que no estuvieron expuestos.
- Los niños expuestos a cannabis intraútero tuvieron una probabilidad mayor de ser ingresados en una unidad intensiva neonatal que los hijos de madres que no se expusieron a cannabis (OR=2,02; IC de1,27 a 3,21).
- Como dificultades en la investigación señalaron que muchas usuarias de cannabis eran a la vez consumidoras de tabaco y de alcohol; y que en la mayoría de los estudios no se excluyeron a las madres que utilizaron varias sustancias; y que se utilizaron diferentes escalas de medida y/o variables de resultados, con muchas variables que fueron utilizadas en solo algunos estudios individuales. Igualmente señalaban que el auto informe de empleo de cannabis puede estar infrarepresentado y que su fiabilidad puede que sea baja.
El protocolo de esta RS(2) justifica, tras la revisión inicial de los estudios realizados, que no se incluyeran entre las variables de resultados, ni los trastornos del comportamiento, ni las alteraciones neurológicas en niños expuestos, al ser hallazgos contradictorios y que estaban incluidos en muy pocos estudios.
El sumario de evidencia de Uptodate(3) concluye que los estudios que evalúan los resultados a la exposición de cannabis durante el embarazo presentan resultados conflictivos y algunos contradictorios. Comenta que algunos estudios mostraron que no había una afectación de la inteligencia global; aunque sí que mostraron una disminución de la atención, de la memoria visual, de la capacidad de análisis e integración, en los adolescentes que estuvieron expuestos durante la fase intraútero, mientras que otros estudios no mostraron cambios ni en la inteligencia ni en el comportamiento. En otros se observó una tendencia a la hiperexcitabilidad relacionada con la exposición intraútero a cannabis.
El de Dynamed(4) resume que quizás la exposición a cannabis durante el embarazo pueda estar asociada con un riesgo aumentado de afectación de variables de comportamiento, o de desarrollo neurológico, con una disminución de la atención y del control de impulsos y con peores habilidades para resolver problemas que precisan de la atención y de la memoria.
Un informe canadiense(5), tras la revisión amplia de la literatura, concluyó que:
- La exposición prenatal a cannabis presentaba efectos adversos en el desarrollo cognitivo y en los resultados académicos; aunque no parecía afectar a la inteligencia global.
- También presentaba efectos en el comportamiento, déficit de atención y un aumento de la impulsividad y de la hiperactividad.
- En el desarrollo neurocognitivo resumía que, tras ajustar por variables de confusión potenciales, había ligeros efectos en el déficit de memoria, en las habilidades verbales y de percepción, y en el razonamiento verbal y visual. Sin embargo otros estudios no confirmaron estos hallazgos.
- Hay factores de confusión que son difíciles de interpretar y las conclusiones se basaron fundamentalmente en tres estudios amplios de cohortes.
Un informe de expertos de 2015 (5)planteó que :
- Los estudios de experimentación animal mostraron que la exposición intraútero a sustancias exógenas "cannabinoides" podían alterar el desarrollo y funcionamiento normal del cerebro. Los estudios en niños que fueron expuestos a cannabis intraútero presentaron puntuaciones más bajas en las pruebas de visión, de resolución de problemas y en la coordinación visual-motora, que aquellos niños que no fueron expuestos.
- Que los efectos fueron menos claros en el rendimiento escolar; citando a dos estudios con resultados contradictorios.
- La evidencia disponible no es consistente para sugerir que el empleo de cannabis en el embarazo cause defectos anatómicos en humanos.
- A pesar de que existen limitaciones en la interpretación de los datos sobre el consumo de cannabis durante el embarazo (los estudios en animales fueron realizados con variables de resultados intermedias, y los estudios en seres humanos a menudo presentaron factores de confusión por el consumo de varias sustancias y por el estilo de vida asociado), hay resultados muy inquietantes. Por lo tanto, debido a las preocupaciones con respecto a la posible afectación del desarrollo neurológico así como a la exposición materna y fetal a los efectos adversos del consumo de tabaco asociado, las mujeres embarazadas ,o que estén valorando quedarse embarazadas, deben ser alentadas a suspender el consumo de cannabis.