De acuerdo con la información aportada por los sumarios de evidencia(1-4) y guías de práctica clínica(5-6) revisadas el empleo del preservativo masculino reduce la posibilidad de transmisión del virus del papiloma humano (VPH), pero no son totalmente efectivos para evitar el contagio, entre otras razones por que no cubren todas las áreas corporales que pueden estar infectadas.
De acuerdo con la documentación revisada(1-6) destacamos que:
- El empleo del preservativo masculino disminuye el riesgo de infección por virus del VPH y de verrugas genitales (una reducción informada en diversos estudios del 30 al 60%).
- Aunque el VPH se considera una infección de transmisión sexual, el preservativo es tan solo parcialmente efectivo para evitar la infección.
- La protección es menor cuando las áreas infectadas no son cubiertas por los preservativos.
- La reducción de la tasa de infección por VPH se ha observado tanto en mujeres y en hombres.
- Es muy importante utilizar de forma correcta el preservativo en cada acto sexual(5).
- Es preciso tener en cuenta que los preservativos de látex pueden dañarse al contacto con imiquimod, que se emplea de forma tópica en el tratamiento las verrugas genitales(6).
Los sumarios y guías hacen referencia a dos revisiones sistemáticas que evaluaron especificamente el efecto de los preservativos en la infección por VPH:
- En uno, publicado en 2002(7),se concluyó que los datos eran inconsistentes para proporcionar una estimación conjunta y el meta análisis no permitió demostrar de forma clara una reducción de la infección de VPH, pero sí mostró que protegía de las verrugas genitales, de alteraciones en la citología cervical (CIN II y CIN III)y del cáncer cervical.
- El otro, publicado en 2014, seleccionó tan sólo estudios prospectivos(8). De un total de 8 estudios incluidos, cuatro mostraron un efecto estadísticamente significativo de protección del empleo del preservativo en la incidencia de infección del VPH y en los otros cuatro estudios también se comprobó un efecto protector, aunque no fue estadísticamente significativo. El estudio concluyó que el empleo de forma adecuada del preservativo masculino ofrece una protección relativamente buena para la infección por VPH y para la neoplasia cervical asociada.
Posterior a la búsqueda de este meta análisis(8) ha sido publicado una cohorte multicéntrica de 3.323 hombres activos sexualmente(9) que fueron estratificados en base a sus comportamientos de riesgo y al de sus parejas sexuales. El riesgo de contraer una infección por VPH fue dos veces menor entre los hombres sin pareja sexual estable que siempre utilizaban preservativos, en comparación con aquellos que nunca los utilizaron("Hazard ratio" de 0,54); después de ajustar por país, edad, raza, duración de la educación, tabaquismo, alcohol, y el número de parejas sexuales recientes. La probabilidad del "aclaramiento" de una infección por un VPH oncogénico fue un 30% mayor en los hombres que siempre utilizaban preservativos con parejas sexuales no estables, en comparación con los hombres que nunca los utilizaron (HR de 1,29); después de ajustar por país, edad, raza, duración educación, el estado civil, tabaquismo, el alcohol, y el número de parejas sexuales recientes. No se observó un efecto protector de la utilización del preservativo entre los hombres monógamos.