Habría que especificar el tipo de paciente al que se ha curado y al que se va a curar (por ejemplo, si el primero es un paciente infectado y cuál es la infección, y si el segundo, al que se va a curar, está inmunodeprimido), el tipo de heridas a curar (limpias o sucias), o en que fase están dichas heridas.
De todas formas hemos realizado una búsqueda y hemos encontrado un estudio y un protocolo donde se hacen recomendaciones específicas con respecto a la infección por Acinetobacter Baumanii multirresistente, en este caso recomiendan el uso de un carro de curas individual o usar bateas individuales para cada paciente. Otra Guía para la prevención de la infección hospitalaria, recomienda no introducir el carro en la habitación de un paciente infectado.
Por otro lado, otro estudio prospectivo, que examina la epidemiología en el entorno hospitalario, aisló Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM) en superficies como carro de aislamiento o de medicación por lo que sugiere que se debe asegurar que estas superficies se limpian y desinfectan regular y adecuadamente.
El estudio(1) presenta la epidemiología del brote y la descripción de los pacientes con infección o colonización de las vías respiratorias por Acinetobacter baumannii en un área de hospitalización de Medicina Interna. Incluye 20 pacientes ingresados consecutivamente en la planta durante 18 meses, en los que se aisló A. baumannii multirresistente en esputo, acompañado o no de signos clínicos de infección. Tras los resultados, los autores toman la decisión en dicho servicio de adoptar estrictas medidas de control que incluyeron: estancia del paciente en habitación individual con aislamiento de contacto, extremo cumplimiento del lavado de manos, empleo de material de un solo uso y carro de curas individual, información al paciente y su familia de las características del problema, muestreos periódicos en las áreas comunes de la sala de hospitalización, así como limpieza sistemática y en profundidad con lejía de las habitaciones.
El protocolo de actuación(2) en caso de infección nosocomial por Acinetobacter Baumanii multirresistente recomienda, en caso de brote, intervenciones como la vigilancia ambiental, mediante muestreo en superficies y material médico que rodea al paciente infectado o colonizado, así como de los puntos o áreas de trabajo comunes (controles de enfermería, teléfonos, carros de curas, etc.). Por otra parte, para el control de la transmisión cruzada, entre otras intervenciones recomienda no usar carro de curas para entrar en la habitación, sino bateas con el material necesario. En caso de empleo de equipos comunes, asegurarse la desinfección adecuada entre pacientes. Debiéndose hacer un control del reservorio ambiental mediante limpieza exhaustiva de habitaciones y superficies próximas al paciente con agua jabonosa y lejía a dilución 1/10 y con otros desinfectantes de superficie. Asignación de material de limpieza (carros, gamuzas, etc.) para uso exclusivo de habitaciones de aislamiento.
Una Guía para la prevención de la infección hospitalaria(3), recomienda para la prevención de la infección de las heridas quirúrgicas y como medida postquirúrgica que, si se usan carros de curas, no se introduzcan en una habitación donde haya enfermos infectados.
Un estudio prospectivo(4) examina la epidemiología del Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) y la contaminación por Clostridium difficile en tres hospitales.
Se realizó un muestreo una vez por semana durante cuatro semanas consecutivas de diferentes tipos de superficies (carro de aislamiento, carro de medicación, sofá, ordenador, teléfono, etc.), material de la superficie, ubicación de la superficie, etc.
Estas superficies, son tocadas en muchas ocasiones por el personal durante todo el día e incluso inmediatamente después del contacto con el paciente o tras salir de una sala de aislamiento. Por lo tanto, la contaminación puede ser atribuida a una serie de factores como: falta de higiene de las manos, no utilización de equipos de protección personal, incapacidad para desinfectar adecuadamente una superficie, horarios de limpieza inconsistentes, o baja calidad de los protocolos de limpieza y desinfección. Por lo que se concluye que, aunque el estudio demostró que el MRSA y C. difficile se identificaron en diferentes superficies del entorno de una sala general, no hubo correlación entre el grado de contaminación del MRSA y del C. difficile. Como los carros de aislamiento, pasamanos, respaldos de las sillas y sofás tuvieron mas probabilidades de ser contaminados con MRSA, se requieren protocolos para asegurar que estas superficies se limpian y desinfectan regular y adecuadamente. Hace hincapié en la importancia de la limpieza/desinfección adecuada, pero no en la utilización exclusiva del material por cada paciente dentro de su habitación. Recomienda realizar estudios adicionales con respecto al tipo de superficies hospitalarias, tipo de material de la superficie y las poblaciones que utilizan estas superficies.