Ni la ficha técnica, ni las evaluaciones del fármaco refieren la insuficiencia cardíaca como un efecto del amlodipino en pacientes diagnosticados de cardiopatía isquémica. Los sumarios de evidencia señalan a amlodipino como un fármaco a poder ser utilizado en pacientes con cardiopatía isquémica, pudiendo emplearse en pacientes previamente diagnosticados de insuficiencia cardíaca.
La ficha técnica de amlodipino(1) no incluye a la insuficiencia cardíaca entre los efectos adversos del principio activo y en relación a este tema señala que: "estudios hemodinámicos y ensayos clínicos controlados basados en pruebas de esfuerzo, en pacientes con insuficiencia cardíaca de clase II-IV de la NYHA, han mostrado que amlodipino no produjo deterioro clínico, determinado por la medición de la tolerancia al ejercicio, fracción de eyección ventricular izquierda y sintomatología clínica. Un estudio controlado con placebo (PRAISE) diseñado para evaluar amlodipino en pacientes con insuficiencia cardiaca de clases III-IV de la NYHA que recibían digoxina, diuréticos e inhibidores de la ECA ha demostrado que amlodipino no produjo un incremento del riesgo de mortalidad o de morbilidad y mortalidad combinadas en pacientes con insuficiencia cardíaca. De acuerdo con el mismo estudio (PRAISE), se observó con amlodipino una reducción estadística y clínicamente significativa de la mortalidad y de la morbilidad y mortalidad combinadas, en un subgrupo de pacientes que no presentó síntomas o signos clínicos sugerentes de enfermedad isquémica subyacente".
Que relacionen amlodipino con la aparición de una insuficiencia cardíaca tan solo hemos identificado la descripción de un caso clínico (2)en el que una paciente ingirió intencionadamente de una vez un total de 60 tabletas de amlodipino (600mg), desarrollando en el curso clínico una insuficiencia cardíaca aguda.
Las evaluaciones del fármaco revisadas(3,4) tampoco señalan la insuficiencia cardíaca como un efecto indeseable; aunque la de Dynamed (4)aconseja utilizar amlodipino con precaución en pacientes ya diagnosticados de insuficiencia cardíaca, a pesar de que los ensayos controlados no han informado de efectos adversos, ni en morbilidad, ni mortalidad cardíaca, ni en incidencia de insuficiencia cardíaca.
Una revisión sistemática sobre los efectos cardíacos de amlodipino, que incluyó 7 ensayos(5), mostró un incremento de la incidencia de insuficiencia cardíaca, que no fue estadísticamente significativa, en los pacientes que tomaban amlodipino, comparado con otros tratamiento que no incluían un antagonista de los canales del calcio (Odds Ratio de 1,14; IC al 95% de 0,98 a 1,31; p = 0,08).
Los sumarios de evidencia(6,7) incluyen la posibilidad de tratar con amlodipino a los pacientes con cardiopatía isquémica y lo consideran un fármaco seguro en los previamente diagnosticados de insuficiencia cardíaca.
La guía de práctica clínica de NICE sobre el tratamiento del paciente tras un infarto de miocardio (8), y en relación al empleo de los bloqueantes de los canales del calcio señala que no están recomendados de rutina; pero podrían ser utilizados si los beta bloqueantes estuvieran contraindicados, o fuera necesario suspenderlos. En los pacientes con insuficiencia cardíaca se indica evitar tratamiento con verapamilo o diltiazem, pudiendo utilizarse amlodipino.