La necesidad de anticoagular, o de indicar antiagregantes, en un paciente joven diagnosticado de fibrilación auricular paroxística (FAP) vendrá determinada por los factores de riesgo que presente el paciente, sin que influya para tomar la decisión la presencia aislada de un prolapso de la válvula mitral. En el caso de que el prolapso esté acompañado de regurgitación mitral, moderada o severa, y de FAP, podría recomendarse anticoagulación oral.
No hemos identificado estudios en los que se evalúe el efecto de la indicación de antiagregación o anticoagulación en pacientes diagnosticados de FAP y con presencia de prolapso de válvula mitral. Un sumario de evidencia de Uptodate(1) resume que no está claro que la incidencia de FA sea mayor en pacientes diagnosticados de prolapso de la válvula mitral, sin presencia de regurgitación mitral, o si ésta es leve. El riesgo de presentar una FA en personas diagnosticadas de prolapso de la válvula mitral estará relacionada con la edad, si hay regurgitación mitral y el tamaño auricular.
Los sumarios de evidencia (1-5) y las guías de práctica clínica(6,7) revisadas equiparan el riesgo de trombosis de la FAP a la de la FA mantenida y, en consecuencia, las indicaciones de anticoagulación son las mismas.
- En el caso de un paciente con diagnóstico de FAP se recomienda valorar el riesgo de trombosis, mediante la escala CHA2DS2-VASc (que tiene en cuenta la edad, sexo, peso, insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión arterial, ictus o tromboembolismo previo), y una vez valorado el riesgo de sangrado, iniciar anticoagulación oral si la puntuación de la escala es igual o superior a 2 puntos(7).
- Si la puntuación en la escala fuera de 0 no se recomienda tratamiento, ni antiagregante, ni anticoagulante(4).
- Si la puntuación fuera de 1 hay discrepancias, y unas guías recomendarían antiagregación, y otras anticoagulación(4).
- Si presentara regurgitación mitral moderada ó severa, un sumario recomienda iniciar anticoagulantes orales, al margen de la puntuación de la escala(2).