No se ha encontrado investigación que evalúe ni recomiende el uso de la mercromina (merbromin o mercurocromo) en el tratamiento de la Dermatitis del Pañal (DP).
Pero se han seleccionado tras la búsqueda 2 revisiones narrativas (RN), un sumario de evidencias (SE) de Uptodate y un Plan de cuidados estandarizado, que hacen recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la DP. Coinciden todos los documentos en la importancia de las actuaciones de prevención (cambio frecuente de pañales, limpieza no irritante, aplicación de cremas/ungüentos protectores, etc.). En cuanto a las medidas curativas recomiendan en primera instancia productos que contengan óxido de zinc (ZnO), vaselina, o ambos.
Una RN(1) sobre la etiología, manifestaciones y gestión de la DP señala que la clave del tratamiento es la prevención. Lo mas eficaz para prevenirla implica cambios frecuentes de pañal para reducir la exposición a orina y heces bajo oclusión.
El baño de rutina de los lactantes se debe realizar con agua tibia (37 ° C-40 ° C) y una pequeña cantidad de un limpiador suave (no irritante) con pH neutro o ligeramente ácido que respete el manto ácido de la piel. La limpieza con toallitas húmedas de formulación adecuada también es una opción. Un estudio sugiere que las toallitas sin alcohol ni perfume, con limpiadores emolientes y pH ácido protegen la función de barrera mejor que lavar con un paño y agua sola.
Se recomienda aplicar cremas o ungüentos en cada cambio de pañal como medida de protección o prevención adicional y para el tratamiento de DP leve a moderada, pues forman una película de lípidos que la protegen de humedad e irritantes. Los productos que contienen óxido de zinc (ZnO), petrolato (vaselina), o ambos como ingredientes activos han demostrado que proporcionan una rápida mejoría en los síntomas de la DP.
Otros ingredientes utilizados: aceite de hígado de bacalao, aloe barbadensis, dimeticona, y dexpantenol. En algunos países europeos, se utiliza la aplicación de una solución acuosa de eosina al 2%.
Los productos basados en vaselina también tienen la capacidad de prevenir la maceración de la piel y la irritación, por su capacidad de penetración, proporcionando la oclusión de la piel.
Si las medidas convencionales fallan, en casos moderados a severos, se pueden utilizar corticosteroides tópicos y antimicóticos tópicos como tratamiento, aplicándose bajo la crema protectora. Cuando se sospecha una infección por Candida que dura varios días, con frecuencia se prescriben antimicóticos (Nistatina, clotrimazol, ketoconazol) y corticosteroides tópicos leves (hidrocortisona) para reducir la inflamación.
Señala que muchas veces se utilizan cremas que contienen corticosteroides de media y alta potencia en combinación con antimicóticos, pero no se consideran apropiado para el tratamiento de DP leve a moderada y se deben evitar para prevenir posibles efectos secundarios. Si se sospecha una infección secundaria con bacterias, se puede considerar el uso de antibióticos tópicos.
Otra RN posterior(2) coincide en las recomendaciones sobre el tratamiento e incide en la importancia de realizar un diagnóstico correcto, prevención (evitar humedad, fricción e irritación) y educación y apoyo a los padres. Si se cumplen todas esas medidas, la mayoría de los casos serán DP leves o moderadas que se podrán controlar con: una rutina de limpieza suave, cambios frecuentes de pañal, exposición de la zona al aire, y preparados que contengan óxido de zinc y/o vaselina. Cuando un niño no responde a estas medidas, se debe considerar si la familia está tomando todas las medidas para minimizar los factores agravantes o el diagnóstico es incorrecto.
El SE de Uptodate(3) sobre la DP en bebés y niños indica que la DP es un término general que abarca numerosas afecciones de la piel que se producen en el área del pañal. La evaluación se centra en determinar la causa subyacente ya que el tratamiento varía en consecuencia.
Recomienda: (*)
- Utilizar ungüentos tópicos de barrera como tratamiento de primera línea para la DP irritante (Grado 2C). Los más comunes contienen vaselina, óxido de zinc, o ambos. Algunos también contienen lanolina, parafina, o dimeticona (aceite de silicona). El sucralfato, un medicamento de prescripción etiquetado para el tratamiento de úlceras duodenales en los Estados Unidos, también actúa como una barrera física a los irritantes y tiene actividad antibacteriana. Se ha demostrado que su aplicación tópica es eficaz en la gestión de la DP severa, irritante o pertinaz.
- Evitar los productos que contienen fragancias, conservantes y otros ingredientes potencialmente irritante o alérgico (neomicina). Igualmente los que contienen ácido bórico, alcanfor, fenol, benzocaína o salicilatos debido a la toxicidad y/o metahemoglobinemia sistémica potenciales. Estos agentes están contenidos en algunos productos comerciales para la DP, por lo que es importante leer atentamente la etiqueta de ingredientes tanto de productos como de pañales.
- No utilizar los polvos de talco como tratamiento de primera línea para la DP irritante (Grado 2C).
- Se sugiere la adición de un agente antimicótico tópico (nistatina, clotrimazol, miconazol o ketoconazol) cuando se sospecha, o está confirmada, que la causa de la DP sea por Cándida, y cuando la DP dura al menos tres días. Se aplicarán debajo de la pomada de barrera dos/tres veces/día hasta que la erupción se resuelva. (Grado 2B).
- Se sugiere la adición de corticosteroides tópicos de baja potencia no halogenados (Clase VII, por ejemplo, al 1% de hidrocortisona) en DP irritativa, severa e inflamada (Grado 2C). Aplicar con moderación dos veces/día durante un máximo de siete días; se pueden utilizar en conjunción con ungüentos de barrera o agentes antimicrobianos.
- NO utilizar la combinación de corticosteroides tópicos y cremas antimicóticas para el tratamiento de la DP irritante (Grado 1C).
- Realizar cambios frecuentes de pañal para eliminar el contacto directo y prolongado de la piel con la orina y las heces como medida de prevención (Grado 2C). Si fuera posible, dejar al niño el mayor tiempo sin pañal, exponiendo la piel al aire.
Un Plan de cuidados estandarizado(4) señala que el tratamiento con medicamentos tópicos, además de las medidas higiénicas, se realiza con dos tipos de productos:
Profilácticos: preparados emolientes que relajan y ablandan las partes inflamadas, formando una capa grasienta que impide que el agua de la superficie se evapore; antisépticos con cierta acción bacteriostática y fungistática. Aplicar varias veces al día con cada cambio de pañal.
- El óxido de cinc micronizado se emplea en concentraciones del 2-10% por sus propiedades antiinflamatorias, astringentes y antisépticas. Para prevenir la irritación de la piel se incluyen en las formulaciones activos calmantes como alfabisabolol, alantoína, ácido glicirrético, extractos de camomila, aloe vera y caléndula. La avena coloidal se emplea también en estos cosméticos por su capacidad emoliente.
- En ocasiones se incorporan agentes enzimáticos (antilipasa y antiproteasa) que inhiben la actividad de las enzimas contenidas en las deposiciones.
- El pantenol es un derivado vitamínico actualmente muy utilizado por sus propiedades reparadoras y atenuante de la sensación de prurito.
- Los antisépticos que suelen incorporarse en este tipo de preparados son derivados o complejos de ácido bórico que evitan su absorción sistémica, el ácido salicílico, el cloruro de benzalconio y el clorhidrato de clorhexidina.
- Aunque los polvos de talco deben evitarse en caso de lesiones abiertas, pues pueden producir granuloma por cuerpo extraño, como medida preventiva los más empleados son el talco de silicato hidratado de magnesio, que alivia la irritación, absorbe el sudor y previene las rozaduras. También se emplea el estearato magnésico, que actúa como barrera mecánica frente a las sustancias irritantes. Es mucho más eficaz utilizar pastas al agua, que además de contener talco y otros productos, contienen sustancias hidratantes, emolientes, cicatrizantes y protectoras de la piel.
Preparados curativos:
- Corticoides tópicos de acción antiinflamatoria, antialérgica y antipruriginosa. Su uso exige una serie de precauciones, especialmente en niños pequeños: evitar contacto con los ojos, no emplear dosis altas en áreas extensas, no aplicar vendajes oclusivos (los pañales de plástico pueden tener efecto de vendaje oclusivo), suspender el tratamiento de forma gradual y nunca utilizar corticoides potentes.
- Aplicar encima crema protectora (de óxido de cinc o dexpantenol), que evitará que la orina arrastre la primera crema a la vez que favorece la penetración del corticoide.
- Cuando aparezca sobreinfección por bacterias, será necesario añadir un antibiótico tópico o incluso por vía sistémica. Nunca usar sulfamidas locales ni antihistamínicos.
- En caso de sobreinfección por Cándidas, aplicar un antifúngico. En muchos casos la asociación de un corticoide suave con un antifúngico tópico es de gran utilidad. Existen lactantes predispuestos que suelen tener en el intestino Cándidas, resultaría útil prescribir un tratamiento oral.