No se han encontrado ensayos clínicos que evalúen la efectividad de escuchar la sonata K.440 de Mozart para disminuir el número de crisis en niños con epilepsia refractaria. Pero si se ha encontrado un ensayo clínico sobre los efectos de la K.448 en niños con epilepsia refractaria (ER) que concluye que la escucha de esta sonata debería estudiarse más a fondo como terapia complementaria potencial en el tratamiento de los niños con ER.
También se han encontrado 4 ensayos clínicos que evalúan la influencia de la sonata K.448 en niños con epilepsia controlada; sus resultados sugieren que escuchar dicha sonata reduce las descargas epileptiformes en niños con epilepsia.
El ensayo clínico(1) evalúa los efectos de la sonata K.448 Mozart, en 11 niños con diagnósticos de ER durante más de 1 año (rango = 1 año a 6 años y 4 meses; media = 3 años 11 meses). Los niños habían recibido al menos dos fármacos antiepilépticos (FAE). Durante el período de estudio, escucharon la sonata K.448 una vez al día antes de acostarse, durante 6 meses. La frecuencia de las convulsiones se registraron 6 meses antes de haber comenzado a escuchar esta música y mensualmente durante el período de estudio. Todos los pacientes mantuvieron los mismos FAE durante el período de estudio (6 meses). Se comparó la frecuencia de las convulsiones antes y después de escuchar la sonata K.448. Ocho de los once pacientes estuvieron libres de crisis (n = 2) o tenían muy buena respuesta (n = 6) después de 6 meses. Los tres restantes (27,3%) mostraron un efecto mínimo o ningún efecto (eficacia < 50%; no se modificó o empeoró la frecuencia de las convulsiones). La reducción media de las crisis fue 53,6 ± 62,0%. No hubo diferencias significativas en la reducción de los ataques por coeficiente intelectual, etiología o género. Se concluye que la escucha de la sonata K.448 de Mozart debería estudiarse más a fondo como terapia complementaria potencial en el tratamiento de los niños con epilepsia refractaria.
Otros 4 ensayos clínicos sobre la escucha de la sonata K.448 de Mozart en niños con epilepsia controlada:
Uno de los ensayos(2) mide el impacto de la sonata K.448 de Mozart para dos pianos en re mayor, en diferentes focos epilépticos de descarga epileptiforme en niños taiwaneses (N = 58) con trastornos convulsivos e investiga las características de la reducción de las descargas tras dicho estímulo musical. La medición se realizó mediante electroencefalograma (EEG) continuo antes, durante y después de la exposición a la sonata interpretada a piano y se compararon las frecuencias de las descargas. El estudio se repitió una semana más tarde utilizando una versión digital computarizada de la misma sonata en los pacientes que respondieron a la K.448 a piano con la mayor reducción de las descargas interictales (n = 11). Las descargas interictales se redujeron en la mayoría (81,0%) de los pacientes y varió considerablemente (33,10 +/- 28,33%), cuando escuchaban el K.448 interpretada a piano. Los pacientes que mostraron más mejoría fueron los que sufrían descargas generalizadas o central. En la mayoría de los pacientes (76,1%), la disminución de las descargas epileptiformes continuó después de terminar de escuchar la música. El estado de vigilia, el género y la capacidad intelectual no afectaron los resultados. No obstante, al escuchar la versión digital computarizada de la K.448, que tiene un mayor número de armónicos altos en el análisis del espectrograma, las descargas no se redujeron en absoluto cuando escucharon esa versión. Los resultados sugieren que escuchar a la sonata K.448 de Mozart para dos pianos reduce las descargas epileptiformes en niños con epilepsia. Este estudio sugiere que es posible reducir el número de descargas epileptiformes en algunos pacientes mediante la optimización de los tonos fundamentales y reducción al mínimo de los armónicos de frecuencias más altas.
Otro ensayo (3) evalúa los efectos de la sonata K. 448 de Mozart y los compara con los de la K.545 sobre las descargas epileptiformes en 39 niños con epilepsia. Dichos efectos fueron medidos mediante EEG antes, durante, y después de escuchar ambas sonatas, con una semana de diferencia. Hubo una disminución significativa en la frecuencia de las descargas epileptiformes durante e inmediatamente después de escuchar tanto la K.448 como la K.545 (reducción del 35.7 ± 32.7% durante la K.448 y del 30.3 ± 44.4% después; y del 34.0 ± 39.5% durante la K.545 y del 31.8 ± 39.2% después). El análisis espectrogramático de las dos piezas demostró que ambas comparten características similares. Se concluye que scuchar las sonatas K.448 y K.545 de Mozart disminuyen las descargas epileptiformes en niños epilépticos. Los autores consideran que esto sugiere que la sonata K.448 de Mozart no es la única pieza de música que tiene efectos beneficiosos en los niños con epilepsia y que otra música con armónicos inferiores también puede disminuir las descargas epileptiformes en niños epilépticos.
Otro ensayo(4) también evalúa el efecto de las sonatas K.448 y K.545 de Mozart en las descargas epileptiformes y la actividad autónoma en 64 niños epilépticos con crisis epileptiformes. A todos ellos se les realizó EEG y electrocardiograma (ECG) simultáneamente antes, durante, y después de escuchar dichas sonatas. Los resultados mostraron que las descargas epileptiformes se redujeron significativamente durante e inmediatamente después de escuchar las sonatas de Mozart (reducción de 33,3 ± 31,1%, p <0,001, durante la K.448, y reducción de 38,6 ± 43,3%, p <0,001, durante la K.545) (reducción de 28,1 ± 43,2%, p <0,001, después de la K.448; y reducción de 46,0 ± 40,5%, p <0,001, después de la K.545). No se observó diferencia significativa entre las dos piezas de música. La reducción fue mayor en los pacientes con crisis y descargas generalizadas. Se concluye que escuchar música Mozart disminuye las descargas epileptiformes en niños con epilepsia. La mayoría de estos pacientes mostró un aumento del tono parasimpático durante la exposición a la música. En base a los resultados los autores sugieren que los estímulos musicales de la música de Mozart indujeron la activación parasimpática que puede estar implicada en el efecto de la música sobre la reducción de las descargas epileptiformes y la tasa de recurrencia de convulsiones.
El cuarto ensayo clínico (5), aleatorizado, evalúa el efecto de escuchar la sonata K.448 de Mozart en la reducción de la tasa de crisis recurrentes en 48 niños con primeras crisis no provocadas con descargas epileptiformes. Los niños en el grupo de tratamiento (n = 24) escucharon la K.448 diariamente antes de acostarse por lo menos durante seis meses. Dos pacientes en el grupo de tratamiento se excluyeron del análisis debido a la interrupción de la intervención. Finalmente se analizaron los datos de 46 niños. En la mayoría de estos pacientes (89,1%) el trastorno convulsivo era de etiología idiopática. Se compararon las tasas de recurrencia de las crisis y la reducción de las descargas epileptiformes. La duración promedio de seguimiento en los grupos de tratamiento y de control fue de 18,6 ± 6,6 y 20,1 ± 5,1 meses, respectivamente. Se estimó que la tasa de recurrencia de las crisis fueron significativamente menor en el grupo de tratamiento que en el grupo control durante un periodo de 24 meses (37,2% vs. 76,8%, p = 0,0109). También se observaron disminuciones significativas en las descargas epileptiformes después de 1, 2, y 6 meses de escuchar la sonata en comparación con el EEG de antes de escucharla. No hubo diferencias significativas en género, coeficiente intelectual, tipo de crisis, y etiología entre los grupos de recurrencia y no recurrencia. Como conclusión se establecía que scuchar la sonata K.448 de Mozart redujo la tasa de recurrencia de las crisis y las descargas epileptiformes en niños con primeras crisis no provocadas, sobre todo, las de etiología idiopática. Y, aunque existe la limitación del tamaño muestral, para los autores los resultados ponen de manifiesto que escuchar la K.448 de Mozart es una alternativa prometedora de tratamiento en pacientes con primeras crisis no provocadas y EEG anormales. No obstante, se recomienda realizar más investigación para corroborar los efectos de esta música sobre las primeras crisis no provocadas.