En relación a los posibles efectos sobre la salud del consumo de agua tratada con los sistemas de descalcificación habitualmente utilizados para uso doméstico, la búsqueda en distintas bases de estudios no ha localizado documentación que aporte información adicional a la expuesta en la pregunta previa publicada en el Banco de preguntas de Preevid en 2004 (ver abajo).
La documentación seleccionada(1-3) destaca, tal y como se comentaba en la pregunta anterior, el aumento de la concentración de sales observada en el agua descalcificada, concentración que puede no suponer un riesgo para la salud en población sana pero que podría tener importancia en personas que deben seguir una estricta dieta baja en sal.
Una guía sobre la calidad del agua potable(1), publicada por la Organización Mundial de la Salud en 2011, incluye el proceso de descalcificación entre los métodos para el tratamiento del agua doméstica, y, en relación a este sistema de tratamiento y los componentes químicos presentes en el agua potable, menciona el potasio y el sodio indicando que:
- En cuanto al potasio, se hace referencia a que en algunos países se utiliza cloruro potásico en el proceso de intercambio de iones para descalcificar el agua doméstica, en lugar de cloruro sódico o mezclado con el cloruro potásico, y que, aunque el potasio podría causar efectos en la salud en individuos susceptibles, la ingesta de potasio a través del agua potable está muy por debajo del nivel al que pueden ocurrir efectos adversos sobre la salud y no se considera preciso establecer un valor de referencia basado en la salud. Se añade que los problemas de salud relacionados con el consumo de agua potable tratada a base de potasio, afectarían sólo a individuos de grupos de alto riesgo (por ejemplo, pacientes con insuficiencia renal u otras enfermedades, tales como cardiopatías, enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes, insuficiencia suprarrenal, hiperkalemia previa; pacientes que toman medicamentos que interfieren con el potasio; y personas mayores o niños). La guía recomienda que las personas susceptibles acudan al médico para determinar si deberían evitar el consumo de agua (para beber o para cocinar) tratada con descalcificadores que utilizan cloruro de potasio. En el caso de que en individuos de alto riesgo el asesoramiento médico aconseje evitar una elevada ingesta de potasio a través del agua, la estrategia recomendada es la de utilizar un bypass alternativo al descalcificador para el consumo.
- Respecto al sodio, la guía señala que los descalcificadores puede aumentar considerablemente el sodio contenido en el agua potable pero que no se pueden extraer conclusiones definitivas sobre la posible asociación entre los niveles de sodio en el agua de consumo y la aparición de la hipertensión por lo cual tampoco ha sido propuesto un valor de referencia basado en la salud. Sin embargo, concentraciones de sodio superiores a 200 mg/l pueden dar lugar a un sabor inaceptable.
Otra guía australiana de 2004(2) sobre la calidad del agua potable también hacía referencia a los descalcificadores y al aumento de los niveles de sodio en el agua que estos producen aunque, de forma similar, indicaba que era poco probable que ese aumento supusiese un problema para la salud.
La escasa información existente en cuanto a este tema se refleja en otro documento(3) de la OMS de 2002, en el cual se revisaban los distintos métodos de tratamiento doméstico del agua, y, al tratar la descalcificación, menciona que los efectos del consumo a largo plazo de agua descalcificada sobre la salud no se conocen totalmente.