Se ha establecido, por consenso, el plazo de dos semanas como el período a partir del cual es necesario realizar el estudio diagnóstico en un recién nacido en el que se mantiene una ictericia. Este período se justifica por que en este plazo se normalizan la mayoría de ictericias transitorias; y no por la dificultad que pueda haber en la interpretación de las pruebas de imagen. En el caso de una ictericia que debuta en las primeras 24 horas de vida está recomendado realizar el estudio de forma inmediata. Si la hiperbilirrubinemia es conjugada está indicado hacer una ecografía hepática.
En el sumario de evidencia de Uptodate(1) y en las guías de práctica clínica consultadas(2-5) se recomienda que, si la ictericia de un recién nacido supera las dos semanas de vida, debe realizarse un estudio diagnóstico. Este debe permitir descartar colestasis y conocer la causa de la ictericia para poder orientar el tratamiento. El sumario de Bestpractice establece este plazo en una semana(6). Todos los sumarios(1,6,7) y guías(2-5) revisadas recomiendan que el estudio incluya una analítica con perfil hepático y señalan a la ecografía como la técnica de imagen de primera elección.
Cuando se sospecha, por los datos clínicos, una colestasis el estudio debe realizarse cuanto antes(1-7), siguiendo una serie de etapas que incluyen la petición de analítica con perfil hepático y una ecografía hepática.
En el caso de que la ictericia se detecte en las primeras 24 horas de vida, debe considerarse patológica e iniciar el estudio de forma inmediata(2,4,7):
- Si la hiperbilirrubinemia es conjugada hay que considerar, en el diagnóstico diferencial, la obstrucción congénita y malformaciones de la vesícula biliar, la hepatitis neonatal idiopática, las infecciones y los trastornos metabólicos.
- Entre las pruebas a pedir en el estudio de una hiperbilirrubinemia conjugada se incluye una ecografía hepática.
Dos estudios de validación de pruebas diagnósticas, que revisan el papel de la ecografía en el diagnóstico de atresia biliar(8,9) incluyen, en las series analizadas, niños menores de dos semanas (desde 5 ó 8 días de vida), sin que se ofrezcan los resultados diferenciados por edad.
Una revisión narrativa publicada en 2012(10) recomienda, en el caso de un recién nacido diagnosticado de ictericia con hiperbilirrubinemia conjugada, realizar la ecografía de forma inmediata, siendo el objetivo poder establecer el diagnóstico de atresia biliar en la primera semana de vida.