Diversos estudios observacionales han mostrado que, en personas diagnosticadas de presión arterial elevada, las cifras de tensión arterial (TA) son, en general, más bajas en las estaciones más calurosas. Sin embargo no hay concordancia en los hallazgos de los estudios, que son muy heterogéneos. En la mayoría de los trabajos las cifras de TA sistólica diurna son más elevadas durante los meses de invierno; pero en varios de los estudios la TA sistólica durante la noche es más alta durante el verano.
No se ha encontrado ninguna recomendación, ni en guías de práctica clínica ni en sumarios de evidencia, sobre la necesidad de disminuir las dosis de medicación antihipertensiva durante los meses de verano, aunque los hallazgos de los estudios referenciados aconsejarían valorar las cifras de TA diurnas y nocturnas, e individualizar el ajuste de dosis.
De los estudios prospectivos seleccionados realizados en población hipertensa, observamos gran variación en la ubicación, frecuencia, tipo de mediciones y variables de resultado consideradas. A continuación señalamos, de forma muy breve, tamaño de la muestra y resultados principales de cada uno de ellos:
- En 96 personas de 65 a 74 años a los que se midió cada dos meses las tensión arterial(1). Tanto la TA sistólica como la diastólica fueron más elevadas en los meses de invierno. En invierno fue cuatro veces mayor la proporción de personas con cifras por encima de 160/90 mmHg.
- En 101 personas de 28 a 63 años, la media de la TA sistólica fue más elevada en invierno que en verano con una media de 3,4 mmHg(2). El seguimiento mediante monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), mostró diferencias diurnas, pero no nocturnas, en el verano en relación al invierno.
- En 50 personas diagnosticas de hipertensión esencial(3). Las diferencias de TA entre verano e invierno mostraron diferencias estadísticamente significativas en las cifras tomadas en la consulta y en casa, siendo más elevadas en invierno. La MAPA mostró diferencias en la TA entre verano e invierno durante el día (más bajas en verano), pero no se encontraron diferencias entre las TA en el período nocturno.
- 1000 personas de un estudio multicéntrico (4). La TA diastólica no mostró variación; pero sí se encontraron diferencias en la TA sistólica, tanto en la consulta como ambulatoria, siendo más elevada en invierno.
- 47 hipertensos atendidos en atención primaria(5). Tan solo hubo diferencias estadísticamente significativas en la TA sistólica diurna, con una media de 3 mm Hg más elevada en invierno que en verano.
- 182 pacientes, con una edad de 65-91 años(6). Tanto la TA media sistólica como diastólica, fueron superiores en invierno que en verano.
- 6.404 personas remitidas a unidades de hipertensión arterial(7). En los días calurosos, mostraron cifras más bajas la TA tomada en la consulta, la media de la TA sistólica en las 24 horas y la TA por la mañana. En el análisis de regresión la media de la TA sistólica durante las 24 horas y la media durante el día se relacionó de forma inversa a la temperatura ambiental; mientras que la TA sistólica nocturna se relacionó de forma directa con la temperatura, asociandose los días de mayor calor con TA sistólicas nocturnas más elevadas.
- Un estudio reciente, en 1.245 hipertensos(8) registró MAPA en los dos meses de más frío (enero y febrero) y en los dos meses de mas calor (julio y agosto). En los meses de invierno fueron más elevadas la media de la TA diastólica durante 24 horas y la media durante el día, tanto de TA sistólica como diastólica. Por contra, la media de TA sistólica nocturna fue más elevada durante el verano. La hipertensión aislada nocturna fue mas frecuente en verano, que en invierno.
- El único estudio identificado realizado en España es una serie de 43 pacientes, a los que se le realizaron dos registros de presión arterial ambulatoria de 24 h, separados por un intervalo de 6 meses(9). La presión ambulatoria diurna invernal fue significativamente superior a la del verano.