En el test de Allen se comprimen con los dedos las arterias cubital y radial a nivel de la muñeca y se comprueba la vascularización (cambio de coloración de la piel de la palma de la mano) al quitar la presión sobre la arteria cubital y la radial de forma intermitente(1). Un test de Allen positivo detectaría problemas de isquemia arterial o defecto en la circulación colateral de la mano.
Los estudios realizados muestran que el test de Allen podría ser un buen método de cribado y, que con un resultado negativo (buena circulación) sería segura la intervención o canalización de la arteria radial; pero que ante un resultado positivo sería necesario confirmarlo con otras pruebas. No está suficientemente estudiado el punto de corte ideal, ni la fiabilidad de la prueba en pacientes en situación crítica, sin que se pueda recomendar su utilización como un "estandar" en la práctica clínica.
El sumario de evidencia de Uptodate(1) sobre las técnicas de cateterización arterial para monitorización en enfermos críticos, indica que dichas técnicas se consideran procedimientos invasivos y pueden dar lugar a complicaciones vasculares, que a su vez pueden causar isquemia distal o incluso necrosis severa. Con respecto al sitio de elección para la cateterización arterial, señala que aunque las evidencias no coinciden a la hora de elegir un sitio en particular, las arterias mas utilizadas son: la radial, femoral, pedio braquial, dorsal y axilares. Para identificar un mayor riesgo de complicación isquémica, a los pacientes sometidos a cateterismo radial o pedio dorsal arterial, se les debe evaluar el flujo colateral de la mano o el pie, aunque sin restringirlo al test de Allen; sino que indica mediante examen físico, ecografía Doppler, oximetría de pulso o, en la arteria radial, el test de Allen modificado
(Grado de Recomendación 1C).
Hay un pregunta realizada por el servicio BestBets en 2005(2) sobre la utilidad del test de Allen, la pletismografía y la ecografía para valorar la circulación colateral antes de la intervención sobre la arteria radial para utilizarla en el injerto del "by-pass" aorto coronario. Se identificaron un total de 176 artículos, representando 15 la mejor evidencia disponible. El sumario concluye que un resultado del test de Allen negativo selecciona de forma segura los pacientes para un injerto con la arteria radial; aunque el punto de corte (el tiempo en segundos que tarda en recuperarse la coloración normal de la palma de la mano) es controvertido. Sin embargo si el test de Allen fuera positivo debe realizarse una segunda prueba, como la ecografía dinámica con doppler o la medida de cambios en la presión de los dedos con una oclusión de la arteria radial, para confirmar la existencia de problemas en la circulación colateral de la mano.
Un estudio de validación de pruebas diagnósticas publicado posteriormente confirma estos hallazgos: en 145 pacientes, antes de realizar un "by-pass" aorto coronario, el test de Allen, comparado con la ecografía, mostró una sensibilidad del 73,2% y una especificidad del 97,1%(3). Concluyen que si la prueba es negativa serían seguras la disección y extracción de la arteria radial. Si el resultado fuera positivo sería necesario realizar más pruebas antes de descartarla.
Dos revisiones narrativas enfocadas en la cateterización de la arteria radial(4,5)coinciden en señalar que la fiabilidad de la prueba de Allen es baja, sobre todo en pacientes críticos que no pueden cooperar en la realización de la prueba, y que no se han determinado con exactitud el punto de corte ideal ni la interpretación adecuada de un resultado positivo o negativo. Por ello, no debe considerarse un "estandar de atención", siendo sustituida por otros métodos para detectar problemas en la circulación arterial de la mano. Indican que son necesarios más estudios y una mayor investigación en la utilización de la arteria cubital en la cateterización arterial.