Se han encontrado 3 Guías de Práctica Clínica (GPC), 1 protocolo para el manejo y cuidado del tubo PEG que recomiendan no retirar la sonda antes de los 14 días y que pueden permanecer insertadas hasta año y medio si tanto tubo como estoma son cuidados adecuadamente. También se ha hallado 1 revisión narrativa sobre la utilidad en Atención Primaria y 5 estudios que señalan las complicaciones de extraer el tubo PEG con la técnica de cortarlo a ras de la piel y empujarlo para que se elimine vía rectal (Técnica de corte-y-empuje, en inglés “cut-and-push”).
Una GPC(1) para la alimentación enteral en pacientes adultos hospitalizados, con respecto a la primera extracción de la sonda PEG, recomienda no realizarla antes de 14 días tras la inserción. La sonda PEG sale con una tracción suave después de desinflar el balón que la fija, cuando permanece en su sitio, por alguna deformidad del dispositivo, puede necesitar un tirón mas enérgico. Los tubos con dispositivos de fijación rígida son normalmente sacados endoscópicamente, a pesar de que la evidencia reciente sugiere que si son extraídos con técnica la “cut-and-push” pasarán a través del intestino espontáneamente. Este método no tendría que ser utilizado si hay cualquier sospecha de estenosis distal y, en general, el 2% no se expulsará.
Otra GPC(2) para el manejo de la sonda PEG, también recomienda no extraerlo antes de los 14 días tras la inserción, o a los 28 días en pacientes con factores de riesgo. Si se ha anticipado el regreso a la nutrición oral, puede emplearse una "tracción fácil". Es esencial confirmar que el tubo está diseñado para retirada percutánea antes de realizar cualquier intento de extracción. Si hay cualquier duda, se debe contactar con el fabricante para obtener información o utilizar una técnica alternativa de extracción. Para dispositivos desmontables de no tracción, la elección está entre la retirada endoscópica del tramo interno o con la técnica “cut-and-push”. Esta propuesta ha sido ampliamente utilizada y está considerada una alternativa segura por muchos, aunque se reconoce un pequeño riesgo asociado de obstrucción intestinal.
La tercera GPC(3), para la nutrición enteral artificial (incluye PEG) señala que en algunos centros hasta el 20–30% de los PEG son extraídos. A pesar de que se ha demostrado en estudios clínicos que pueden ser extraídos sin complicaciones con técnica “cut-andPush” en adultos, se recomienda sacarlos endoscopicamente, desde que se han publicado casos de subsiguientes ileos, necesidad de extraer el tramo quirúrgicamente e incluso con un resultado fatal. En niños, los tubos PEG deben ser sacados por medio de endoscopia. La GPC recomienda no extraer las sondas PEG en los primeros 10 días debido a un riesgo posiblemente más alto de complicaciones (peritonitis). No hay ninguna necesidad de cambiar el sistema PEG en intervalos regulares. En caso de adecuado manejo se pueden quedar in situ durante muchos años, superando sin complicaciones incluso los 10 años.
Un protocolo(4) sobre la técnica de alimentación enteral mediante sonda PEG, indica que estas sondas tienen una amplia vida media, suelen durar unos 6 meses si se realizan bien sus cuidados, pudiendo durar hasta un año o año y medio, período en el cual, si no se ha solucionado la causa que llevó a su implantación, se debe cambiar por otra nueva. Este cambio se puede realizar de manera manual, si el estoma está bien y la sonda no se ha fijado en exceso a la pared gástrica, de lo contrario habrá que hacerlo con ayuda endoscópica.
Un estudio(5) evalúa la experiencia de 7 años en un centro gastroenterológico en 103 pacientes y 128 colocaciones de sondas PEG tipo “pull” o tracción. Señala que la extracción podrá realizarse mediante tracción externa o mediante endoscopia según el tipo de sonda que se haya colocado. La sonda PEG puede cambiarse periódicamente. La vida media es de 6 meses según algunos estudios, aunque si se cuidan adecuadamente (sonda y estoma), puede prolongarse hasta un año o 18 meses, el estudio señala entre 4 y 15 meses. Se obtuvo mejores resultados con sondas teflonadas. Si bien se describe la posibilidad de recambio vía percutánea los autores prefieren recurrir al apoyo endoscópico para dicho recambio.
Una revisión narrativa(6) sobre la utilidad de la PEG en Atención Primaria, señala que podrá retirarse mediante tracción ex terna o mediante endoscopia, según el tipo de sonda que se haya colocado. Si persiste la indicación de la sonda, ha de cambiarse periódicamente, siendo la vida media de 6 meses, aunque si se han cuidado adecuadamente (sonda y estoma) puede prolongarse de 12 ó 18 meses. Este cambio podrá realizarse manualmente si la fístula gastrocutánea está madura y la parte intragástrica de la sonda no se ha endurecido demasiado por haberse prolongado su vida. En otro caso habrá de recurrirse al apoyo endoscópico para dicho recambio. En cuanto a las complicaciones, indica que la mayoría son de manejo y control en atención especializada. En algunas de ellas los profesionales de Atención Primaria pueden asumir un mayor protagonismo en su prevención (cuidados de la sonda y del estoma) y en su diagnóstico precoz (revisión y control de la sonda, el estoma y el estado general, sobre todo los primeros días tras la PEG).
Cuatro informes de casos(7,8,9,10) indican que en ocasiones el segmento interno del tubo PEG ha dado lugar a la obstrucción o perforación intestinal, tanto en pacientes(7) sin historia de enfermedad intestinal subyacente o cirugía abdominal, como en pacientes(8,9,10) que han sufrido cirugía abdominal anterior, o tienen factores de riesgo y la extracción del PEG no se realizó endoscópicamente. Estos casos ilustran la importancia de hacer radiografía abdominal para confirmar la extrusión del segmento interno. En cambio, una serie de casos(11) evalúa a 89 pacientes a los que se les insertó sonda PEG de 15 Fr y aplicó la técnica de estracción “cut-and-push”. La edad media de los pacientes era 62.7 años (gama 19-98 años). La duración mediana del tubo in-situ de 6.7 meses (gama 1-28). No hubo ninguna complicación durante el periodo de seguimiento de 26.8 meses (gama 1-66 meses). Los autores concluyen que la técnica de extracción “cut-and-push” del tubo PEG 15 Fr es seguro y coste- eficaz en pacientes adultos y que no se requiere una radiografía abdominal rutinaria.