La trombosis venosa de la yugular externa, que no esté originada por la inserción de un catéter, después de cirugía o asociada a una infección local, es una situación clínica rara, de la que hay descritos pocos casos en la literatura(1,2). En algunos de los casos se asocia a la presencia de aneurisma(3,4), o dilatación de la vena yugular externa(5).
La mayoría de la información publicada corresponde a informes aislados de casos y no se han identificado recomendaciones específicas para esta localización de trombosis, ni en guías de práctica clínica, ni en sumarios de evidencia.
En una revisión narrativa de trombosis en diferentes localizaciones a las extremidades inferiores (2), publicada en el 2001, sobre el tratamiento de la trombosis venosa de la yugular externa se señala que:
- Dependerá de la causa de la trombosis y de las posibles complicaciones; debiendo individualizarse para cada situación clínica.
- En el caso de una trombosis séptica deberá tratarse con antibióticos.
- Aunque en general se trata con anticoagulantes, no se ha demostrado su beneficio en ningún estudio.
- En general, en pacientes sin otros factores de riesgo, la evolución suele ser hacia la resolución de forma espontánea.