Las guías de práctica clínica revisadas sobre atención a gestantes con una cesárea previa(1-4) coinciden en señalar que, la tasa de parto vaginal con éxito es alta (60-80%) y comparable a la de una mujer nulípara, aunque se incrementa ligeramente la posibilidad de rotura uterina. Tras revisar ventajas e inconvenientes, recomiendan que, si no hay contraindicaciones, a una mujer con una cesárea transversa previa, se le debe de ofrecer la posibilidad de tener un parto vaginal, con una apropiada información previa de los riesgos fetales y maternales y de los beneficios. Se deben proporcionar a la mujer información basada en la evidencia de los riesgos y beneficios de la cesárea y del parto vaginal; de tal forma que pueda realizar una adecuada decisión informada.
Las guías (1-4) señalan como contraindicaciones para el parto vaginal, en una mujer con una cesárea anterior:
- Si la cesárea previa fue realizada mediante una incisión vertical.
- Antecedente de rotura uterina.
- Razones de salud materna o fetal del embarazo actual que recomienden evitar el parto vaginal.
- Complicaciones previas tras una incisión transversa uterina.
- Histerotomía o miomectomía previa afectando la cavidad uterina.
Un informe de evaluación de tecnologías sanitarias(5) actualizado en del 2010, describe con detalle todos los posibles efectos secundarios del parto y de la cesárea, tras una cesarea previa, concluyendo que la propuesta de parto vaginal es una elección razonable y segura para la mayoría de mujeres con una cesárea previa.