Una Guía de Práctica Clínica (GPC) (1) que aborda la patología infecciosa del tracto respiratorio inferior tanto en adultos como en niños, en el ámbito sanitario de la Atención Primaria, indica que actualmente, la evidencia disponible es insuficiente para recomendar ningún tratamiento en atención primaria más allá del sintomático (manejo de secreciones, oxigenoterapia cuando esté indicado). Recomienda que en la bronquiolitis se debe mantener la nariz destapada con lavados de suero fisiológico y aspiración de las secreciones nasales con un aspirador de mucosidad.
Una revisión sistemática (RS) (2) evalúa la fisioterapia respiratoria para la bronquiolitis aguda en pacientes pediátricos de hasta 24 meses de vida, incluye un Ensayo Clínico Aleatorizado (ECA) (3) con 16 niños en el grupo de fisioterapia y 16 en el grupo control. Todos con diagnóstico clínico de bronquiolitis aguda. La intervención fue percusión, drenaje postural, vibración y aspiración nasofaríngea dos veces al día. El grupo control recibió sólo la aspiración nasofaríngea. Las variables principales de evaluación fueron la duración de la estancia hospitalaria y una puntuación de gravedad construida con cinco variables clínicas: frecuencia respiratoria, frecuencia cardíaca, auscultación de los pulmones y uso de músculos accesorios. Un fisioterapeuta sin conocimiento de la intervención asignada evaluó a cada participante. La edad promedio de los participantes era 2,8 meses, 65,5 eran niños y 34,4% niñas. En total, 78,1% presentaban resultado positivo para el virus respiratorio sincicial. La puntuación inicial fue similar entre los dos grupos; al 5º día o el día del alta la puntuación fue 3,25 (desviación estándar [DE] 1,27) en el grupo de fisioterapia y 3,12 (DE 1,15) en el grupo de control (diferencia de medias [MD] 0,13; IC del 95%: -0,71 a 0,97). La media de la duración de la estancia hospitalaria fue 4 días (DE 2) en el grupo de tratamiento y 3,9 días (DE 1,3) en el control. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre ellos.
Con respecto a la fisioterapia respiratoria se han encontrado:
Una RS (4) que compara los efectos de la fisioterapia torácica convencional (FTC) con otras técnicas de eliminación de las secreciones de las vías respiratorias sobre la función respiratoria y otros resultados en la fibrosis quística. Entre las otras técnicas de eliminación autoadministradas de las secreciones que describe la RS incluyen: el ciclo activo de las técnicas respiratorias (CATR), la técnica de espiración forzada (TEF), el drenaje autógeno (DA), la presión espiratoria positiva (PEP), el flúter, la compresión torácica de alta frecuencia (CTAF) y los ejercicios. La RS concluye que la FTC no ofrece más ventajas sobre la función respiratoria que las otras técnicas de eliminación de las secreciones de las vías respiratorias. Hubo una tendencia de los participantes a preferir las técnicas autoadministradas de eliminación de las secreciones de las vías respiratorias.
Una revisión narrativa (5) sobre el manejo de la hipersecreción mucosa señala que la eliminación de secreciones se puede mejorar por métodos físicos y farmacológicos. La expectoración por vía aérea de la tos por medio del “flujo bifásico de aire-líquido”. La fisioterapia pectoral (técnica de expiración forzada (TEF) y drenaje postural (DP)) es eficaz en el fluidificación de secreciones centrales y periféricas y puede ser independiente. La oscilación de alta frecuencia oral (OHFO) en 13 hertzios es un complemento útil.
Otra revisión narrativa (6) evalúa la eficacia de la fisioterapia torácica (FT) para la excreción de las secreciones pulmonares en pacientes con hipersecreción (superior a 30 ml). La evaluación de los diversos componentes de la FT muestra que la percusión, la sacudida vibratoria, y los ejercicios respiratorios tienen poco que ofrecer. Aunque el manejo de la tos, mecanismo de refuerzo de la eliminación de mucosidad, sea eficaz en secreciones fluías, su efecto es menor al que se alcanza con la TEF. El drenaje postural (DP) es en general acertado para ayudar a drenar secreciones pulmonares. La oscilación de alta frecuencia (HOFO) tiene que ser mejorada y su eficacia en la fluidificación del exceso de secreciones debe ser probada antes de su inclusión en un régimen de tratamiento de FT. La respiración con presión positiva intermitente puede tener un papel a jugar en esos pacientes donde no es posible la FT convencional. Los resultados con presión expiratoria positiva (PEP) son alentadores con respecto al drenaje de la mucosidad. Con el actual conocimiento es razonable recomendar que los fisioterapeutas concentran su tratamiento de la FT en la administración de un nebulizador agonista beta-2 seguido por el DP y el TEF.