El Protocolo de relajación (1) elaborado por la Subdirección General de Salud Mental del Servicio Murciano de Salud (SGSM-SMS), tiene como destinatarios a los pacientes adultos de los Centros de Salud Mental y Drogodependencias con trastornos como la ansiedad. Por lo tanto no especifica si niños y adolescentes son también receptores de dicha técnica. El protocolo recomienda medir la ansiedad estado, mediante la utilización de la escala STAI (cuestionario de autoevaluación ansiedad estado/rasgo). Pero, en niños y adolescentes se utiliza la escala STAIC (cuestionario de autoevaluación ansiedad estado/rasgo en niños) (2,3), que está validado (4) en castellano para sujetos de 9 a 15 años y consiste en 2 escalas para medir la AR y la AE. La AR es una tendencia durante un largo período a enfrentarse o interactuar con el entorno con un determinado grado de ansiedad, mientras que la AE consiste en la presencia de síntomas ansiosos en un momento concreto.
Con respecto al cuestionario de sensaciones corporales que se incluye en el protocolo de relajación de la SGSM-SMS, es la versión española de la escala de sensaciones fisiológicas propias de la ansiedad, validada por Bados (5) en población adulta española.
En 518 niños y adolescentes, un estudio (6,7) examina la estructura analítica del factor de la sensibilidad a la ansiedad usando el Childhood Anxiety Sensitivity Index Revisado (CASI-R). La sensibilidad de la ansiedad se refiere al miedo a las sensaciones corporales relacionadas con la ansiedad, que se interpretan como que van a tener consecuencias somáticas, psicológicas, o sociales potencialmente dañinas. El resultado del estudio fue que la escala es fiable en términos de consistencia interna. Un estudio (8) evalúa la estructura factorial de la sensibilidad en niños sanos de 9 a 11 años, que completaron la versión española del Childhood Anxiety Sensitibity Index (CASI) de Silverman, Fleising, Rabian y Peterson (1991). Se investigó la fiabilidad de los ítems y los resultados revelaron que la sensibilidad a la ansiedad evaluada, consistía fundamentalmente en una estructura multidimensional de dos (somático/mental) o tres (somático/mental y control social) factores primarios correlacionados. Estos resultados proporcionan apoyo empírico a la validez estructural de la versión española de la CASI.