Una guía de práctica clínica británica sobre vuelos en avión de pacientes con enfermedades pulmonares, publicada en el 2004(1), recomienda en pacientes con neumotórax:
- Los pacientes que presenten, actualmente, un neumotórax cerrado deben evitar los viajes en vuelos comerciales.
- Los pacientes que han presentado previamente un neumotórax deben realizar una radiografía de tórax para confirmar la resolución del mismo antes de volar. La mayoría considera prudente esperar una semana de la curación antes de realizar un embarque para volar. No hay suficiente evidencia que soporte la recomendación previa de aguardar seis semanas tras la resolución del neumotórax para realizar un viaje en avión.
- En el caso de un neumotórax traumático, el tiempo transcurrido desde la resolución radiográfica completa para realizar un vuelo en avión es de dos semanas.
- En el caso de una intervención quirúrgica realizada para evitar el riesgo de neumotórax posterior, se podría viajar en avión una vez el paciente esté recuperado de los efectos de la cirugía.
- Aunque la recurrencia es poco probable durante el vuelo en avión, las consecuencias de un neumotórax durante un viaje en avión puede ser importante dada la ausencia de una atención médica precoz. El riesgo de recurrencia es más elevado en aquellas personas en las que coexisten enfermedades pulmonares. El riesgo no disminuye significativamente hasta que no pasa un año. Aquellas personas que no han sido sometidas a cirugía para evitar recidivas, podrían considerar otras formas alternativas de transporte hasta que pase el año del neumotórax.
En una guía de práctica clínica sobre la atención en pacientes con neumotórax espontáneo(2), sobre el viaje en avión:
- Establece el período para realizar un vuelo en avión tras un neumotórax espontáneo en dos semanas desde el inicio del cuadro y con una confirmación radiográfica de su resolución completa. Comenta que las líneas comerciales, de forma arbitraria, establecen que deben transcurrir seis semanas desde el inicio del neumotórax.
- Añade que no hay evidencia que el vuelo en avión precipite una recurrencia; pero un neumotórax durante un vuelo puede tener serias repercusiones y comenta, al igual que la otra guía, que durante un año el riesgo de recurrencia permanece elevado y que, en este período, sobre todo si el paciente ha sufrido un segundo neumotórax espontáneo, podría evitar el riesgo de volar, salvo que se haya realizado una intervención definitiva quirúrgica.
La búsqueda realizada tan solo ha identificado, tras la fecha de realización de estas guías, un estudio de interés. Se trata de una serie de 10 pacientes , miembros de la fuerza aérea israelí(3), que presentaron un neumomediastino espontáneo durante el vuelo y que posteriormente, y con un seguimiento medio de más de 6 años, volvieron a volar sin consecuencias. En conclusión con los datos aportados de esta situación clínica: si se trata de un paciente que presentó un neumotórax hace más de cinco años y que se resolvió sin consecuencias, de acuerdo a los dos guías consultadas(1,2) no habría ninguna restricción para viajar en avión.