Es escasa la bibliografía localizada respecto a la utilización de drenaje peritoneal en peritonitis difusa. Destacamos:
- En una revisión narrativa de 2008(1)se considera ineficaz la utilización de drenaje en las infecciones intraabdominales generalizadas (peritonitis difusa secundaria a apendicitis o a perforación colónica por diverticulitis o cancer) una vez que se ha conseguido controlar el foco de la infección y el peritoneo ha sido limpiado con un lavado peritoneal. Hace referencia a la revisión previa de Rotstein y Meakins(2)que concluyeron que, dado que es imposible drenar la cavidad peritoneal en pacientes con peritonitis difusa, el uso de drenaje en tales pacientes no está indicado a menos que: el drenaje vaya a ser usado para lavado postoperatorio; el drenaje esté colocado en un absceso cavitario bien definido; o que el drenaje sea usado para controlar una fístula intestinal no controlada. Sin embargo, el autor de la revisión matiza que la única indicación para la cual cree útil un drenaje en una peritonitis generalizada es el manejo de una fuente de infección no controlada (tal como una dehiscencia de sutura duodenal o de anastomosis gastroesofágica), pues considera que los abcesos, una vez evacuada la colección de pus, deben tratarse como el resto de las infecciones del peritoneo y que el lavado peritoneal postoperatorio es una práctica en desuso. En cuanto al tiempo que se debe mantener un drenaje se menciona únicamente que se debe retirar tan pronto como deje de ser productivo o finalice su papel profiláctico.
- En un ensayo clínico aleatorizado realizado en Chile y publicado en 1988(3) se analizó la evolución postoperatoria, morbilidad y mortalidad de 40 pacientes afectos de peritonitis difusa, a 20 de los cuales se les dejó un tubo de drenaje exteriorizado por contraabertura. El tratamiento quirúrgico de ambos grupos fue estandarizado con tratamiento del foco primario y lavado prolijo con 7 litros de suero fisiológico. La medicación antibiótica utilizada también fue similar en ambos grupos. Al comparar la evolución de ambos grupos los autores encuentran:
- que la recuperación de la dinámica intestinal fue más rápida en el grupo sin drenaje (menor uso de sonda nasogástrica, precocidad en la aparición de ruidos hidroaereos y en la eliminación de gases intestinales).
- la evolución febril del postoperatorio fue más prolongada en el grupo con drenaje.
- la morbilidad abdominal (infección de la herida operatoria, colección intraabdominal, absceso del orificio de drenaje, sobreinfección del tubo) en el grupo con drenaje fue del 45% frente al 25% del grupo sin drenaje.
- la mortalidad global fue del 2.5% (1/40, paciente del grupo sin drenaje con peritonitis por herida traumática del intestino delgado que presentó aspiración masiva en quirófano). En los pacientes en que se dejó drenaje, el tubo permaneció 3,13 días como promedio (1-6 días).
- Un estudio prospectivo publicado en 1973(4), evalúo la utilización de drenaje transperitoneal (n= 24) frente a no drenaje (n= 19) en niños con peritonitis generalizada secundaria a apendicitis perforada. Tras el análisis de los datos los autores concluyeron que el uso de drenaje no disminuía la morbilidad o mortalidad. El drenaje se mantuvo durante al menos 7 días y la decisión última de retirarlo dependió de la cantidad de drenaje y el curso clínico del paciente.