Una Guía de Práctica Clínica, incluida recientemente en Guía Salud (1), sobre el tratamiento inicial del cáncer de próstata localizado ofrece las siguientes recomendaciones:
- En pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado con expectativa de vida superior a 10 años se recomienda prostatectomía radical o radioterapia externa.(Recomendación grado B)*
- En pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado tratados con radioterapia externa, ésta debe ser conformada tridimensional, puesto que permite la administración de mayor dosis de radiación con mayor seguridad.(Grado A)*
- En pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado en los que se utilice radioterapia externa, puede asociarse a braquiterapia para conseguir escalada de dosis.(Grado D)*.
- En pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado de bajo riesgo (cT1–cT2a y Gleason <7 y PSA ≤10 ng/ml), la braquiterapia de baja o alta tasa de dosis como monoterapia es una alternativa de tratamiento con intención curativa para volúmenes de próstata inferiores a 50 cc.(GradoD)*
*Ver clasificación de los grados de las recomendaciones en el texto de la guía.
La misma Guía(1), resume así la evidencia encontrada sobre estas opciones de tratamiento inicial:
- No se han encontrado diferencias estadísticamente significativas al comparar la eficacia de la radioterapia externa (RTE), la prostatectomía radical (PR) y la braquiterapia (BQ) para el cáncer de próstata clínicamente localizado de riesgo bajo o intermedio.
- En los pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado, los pacientes tratados con BQ tienen mayor riesgo de obstrucción uretral, mientras que los tratados con PR tienen más probabilidad de incontinencia urinaria. Los tratados con RTE tienen un riesgo intermedio de ambos efectos adversos.
- Los pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado, tratados con BQ ó RTE tienen una toxicidad rectal similar y mayor que los pacientes sometidos a PR. La RTE tiene más riesgo de tenesmo rectal y de hemorroides dolorosas que la PR. La combinación de BQ+RTE puede disminuir la tasa de complicaciones
rectales con respecto al tratamiento con BQ. - En los pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado, la BQ puede tener igual o mejor perfil de toxicidad en el ámbito de la función sexual que la PR y la RTE.
- En los pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado, la probabilidad de mantener la función eréctil al año del tratamiento, es máxima para la BQ (0,80), seguida de BQ+RTE (0,69), RTE (0,68), PR con conservación de haces neurovasculares (0,22) y PR sin conservación de haces (0,16). A los 5 años la
probabilidad sigue siendo menor para PR que para RTE.