No se han encontrado Guías de Práctica Clínica (GPC) para pacientes psiquiátricos que indiquen específicamente el uso de medicación anticoagulante durante la contención mecánica.
- Se han encontrado dos Best Practice (BP) (1,2) sobre el uso de las sujeciones mecánicas, que entre las lesiones y efectos adversos relacionados con estas no señala la trombosis venosa. Entre las recomendaciones indica que para disminuir la variabilidad en la práctica clínica se utilicen protocolos estandarizados sobre el uso de mecanismos de contención mecánica. También señalan recomendaciones para disminuir el riesgo de lesiones y que la formación del personal puede reducir el uso de las sujeciones mecánicas.
- Una GPC para la prevención de tromboembolismo venoso (TEV) (3) recomienda que todos los pacientes deben ser evaluados tras la admisión hospitalaria, acerca del nivel de riesgo de TEV para adaptar los cuidados. La GPC clasifica a los pacientes médicos, no quirúrgicos, en un grado de riesgo bajo/moderado y riesgo alto/muy alto (incluidos enfermos de UCI). Entre las opciones profilácticas que son recomendadas en el primer grupo señala el uso de: heparina de bajo peso molecular (LMWH), Warfarin y medias de compresión graduadas/compresión neumática intermitente (aunque no indica la duración de la profilaxis). En el segundo grupo, recomienda, además de las medidas profilácticas mencionadas, el Fondaparinux y la heparina unfractionated (UFH). En este grupo, señala que el riesgo de TEV continúa más allá de la hospitalización (o sujeción mecánica) y debe determinarse la necesidad de seguir la anticoagulación tras el episodio de sujeción, sobre todo si va a haber poca movilidad. La GPC también recomienda reanudar la deambulación cuanto antes, si es posible. Los pacientes no quirúrgicos que tienen riesgo alto de TEV siempre deben recibir profilaxis de anticoagulación, a menos que esté contraindicado.
- También otra GPC (4) sobre prevención de la trombosis venosa señala, en los pacientes de medicina interna y de enfermedades neurológicas, como factores de riesgo para la trombosis venosa: pacientes que hayan sufrido paro cardíaco y otros riesgos elevados no quirúrgicos; con paro cardíaco e infarto del miocardio; y embolia pulmonar. Indica la GPC que el riesgo puede disminuir con la movilización temprana, las medias de compresión, y la LMWH. También indica como factores de riesgo enfermedad oncológica o infección severa. Para prevenir la trombosis en pacientes de medicina interna (no quirúrgicos) recomienda: la heparina de LMW, que ha sustituido la heparina ordinaria. La terapia con LMWH se debe considerar para todos los pacientes que estén en la cama más de 3 días y quienes tengan uno o más de los factores de riesgo antedichos. Aunque la GPC concluye que la eficacia de este tratamiento profiláctico no se ha documentado tan bien como en pacientes quirúrgicos.