Color pardo claro que se tiñe de azul oscuro hacia el borde libre. Tallo cilíndrico fino de 5 a 8 cm. Sombrero de 1,5-2 cm de alto, con forma de tetilla puntiaguda y con un mamelón estrecho en el centro. Su color varía entre el blanquecino cuando es pequeño, al amarillento con tintes purpúreos, azules o verdosos, indicadores de la oxidación de su principio activo, la psilocibina. Laminillas grises que pasan al negro al madurar. Aparece a finales de primavera y crece hasta principios del invierno. De sabor amargo, con leve olor fúngico.
Tallo muy largo (10-12 cm) con sombrero liso en forma de campana de unos 2-4 cm de diámetro, color gris verdoso en los ejemplares jóvenes que posteriormente oscurece a tonos marrón pálido a marrón oscuro, según el grado de humedad y con presencia de restos del velo en el borde del sombrero, que es festoneado. Láminas grises con zonas negras donde maduran las esporas. Crece desde primavera hasta finales de otoño en prados y pastizales sobre estiércol o excrementos de animales.
Contienen derivados indólicos: la psilocina y la psilocibina. El consumo de estos hongos es muchas veces voluntario, con la finalidad de obtener de los mismos una alteración de la percepción de la realidad. La presencia de derivados indólicos en los Panaeolus es variable, y en general, son menos activos que los Psilocybe.
Los síntomas (confusión, crisis de angustia, ataques de pánico, agresividad y alucinaciones), derivados de la estimulación de los receptores serotoninérgicos centrales se inician en torno a la media hora desde la ingesta y pueden persistir durante 4-6 horas.
Es sintomático. Hay que tranquilizar al paciente, evitarle estímulos sensoriales y administrar sedantes del tipo de las benzodiacepinas. En general, no es preciso utilizar medidas de descontaminación digestiva.