Se trata de una solución salina isotónica, no absorbible ni digerible, y que produce un rápido lavado colónico sin pérdidas de fluidos ni electrólitos (solución evacuante BohmR). Su eficacia es alta y ofrece buena tolerancia. La indicación en toxicología de irrigación intestinal con la solución de polietilenglicol de cadena larga queda reducida a los casos de intoxicaciones por sustancias no adsorbibles por el CA como las sales de hierro y lítio, fármacos de liberación retardada con cubierta entérica como teofilina, antiarrítmicos, productos muy tóxicos como arsénico o paraquat, etc, (que conviene eliminar de la luz intestinal con la mayor rapidez posible por su toxicidad potencial) y la ingesta de productos tóxicos en envases herméticos (body-packers de heroína o cocaína, pilas, etc).
La dosis en adultos es de 20 g disueltos en 250 ml de agua, por vía oral o SNG (más efectiva que en forma de enema), cada 15 minutos, hasta un total de 2-3 litros, administrados durante 3 horas. En niños de 9 meses a 6 años: una cuarta parte de la dosis del adulto. En niños entre 7 y 12 años: la mitad de la dosis. Se han descrito hipoglucemias en casos de tratamiento prolongado. Es necesario controlar el contenido de las deposiciones y observar la salida de los productos tóxicos, si procede.
Vómitos (riesgo de broncoaspiración en caso de coma), ingesta de cáusticos o sustancias corrosivas en general, obstrucción intestinal, hemorragia o perforación digestiva, íleo paralítico, megacolon tóxico, shock, etc. También representa una contraindicación que el tóxico sea absorbible por el CA ya que éste tiene mayor eficacia para evitar la absorción intestinal que el PEG de cadena larga. Los dos métodos de DD no deben ser utilizados de forma simultánea, pues se ha demostrado, en múltiples tóxicos, que el PEG reduce sustancialmente la capacidad absortiba del CA.