Su papel en la DD ha quedado refleja en el algoritmo propuesto. Las indicaciones del A.L.G. son, en parte, superponibles a las de la inducción emética por ipeca: donde radica la diferencia respecto a la emesis por ipeca, es en las contraindicaciones. Algunas son similares: cáusticos, disolventes, hidrocarburos. Pero el coma o los agentes convulsivantes no constituyen una contraindicación formal para el lavado y, en cambio, sí para la ipeca. Puede aplicarse pues a enfermos conscientes y en coma y una técnica adecuada es básica para lograr la mayor eficacia extractiva posible. Son tres las circunstancias que suelen presentarse.
Se le debe explicar previamente cual es el objetivo de este tratamiento para obtener su consentimiento y colaboración. La técnica consiste en colocar una sonda orogástrica multiperforada en su extremo distal: sonda de Faucher: calibre 36, interior 10 mm en adultos y 24-28 en niños (figura 5).
Figura 5. (imagen tomada de Toxinet.com. Cortesía del Dr. A. Dueñas). Sonda de Faucher (10mm de luz) que permite un adecuado vaciado gástrico(a la derecha). A la izquierda sonda nasogástrica (4 mm de luz) por la que no pasan ni las pastillas más pequeñas. La colocación de una sonda nasogástrica simple con aspiración o practicando “pequeños” lavados gástricos no es un verdadero A.L.G. no estando en absoluto garantizada su eficacia a pesar de practicarse dentro del intervalo útil
A continuación puede administrarse una dosis de carbón activado (30-50 gramos, disuelto en 250 ml de agua) y retirar la sonda, pinzándola para evitar que restos del carbón se vacíen en la orofaringe.
Es dudosa la actitud a tomar frente al intoxicado en coma superficial (coma grado 1 ó 2, Glasgow 9-11 puntos). En esta situación neurológica, la colocación de la sonda oro/nasogástrica puede estimular el vómito y provocar una broncoaspiración dada la ausencia o disminución del reflejo faríngeo defensivo. Por tanto, ante un intoxicado en coma "intermedio", no debe colocarse una sonda nasogástrica u orogástrica antes de valorar el potencial tóxico de la sustancia ingerida En caso de duda, es preferible sedar y relajar suplementariamente al intoxicado para intubarlo como medida previa al lavado gástrico.
Si el paciente está en coma (Glasgow menor de 9 puntos), es obligado la intubación previa para proteger la vía aérea y disminuir el riesgo de broncoaspiración que es la complicación más frecuente Figura 7. ¡Recuerde!: si no puede hacerse un lavado en condiciones de seguridad respiratoria, es mejor abstenerse.
Se considera un procedimiento contraindicado en: