La mayoría de estas técnicas implican el empleo de membranas biocompatibles. Las más referenciadas son las polisulfonas de alta permeabilidad y los poliacrilonitrilos, con pocos estudios que comparen estas dos membranas, aunque hay trabajos en modelos experimentales de shock endotóxico, donde se objetiva un efecto beneficioso en la hemodinámica más rápido en los animales tratados con AN69.
Lo que hacemos es poner en contacto la sangre del paciente con un fluido (dializador) o líquido de diálisis. El líquido de reposición sirve para reponer todo o la mayor parte del líquido perdido por el ultrafiltrado, que es el fluido que se elimina con las moléculas que lleva disueltas. Es muy adecuado utilizar una misma solución para dializar y reponer, ya que ello simplifica el tratamiento. En la tabla 16 se expone la composición de estos fluidos, muy cercana a la del plasma.
Tabla 16. Líquidos de diálisis y de reposición. La mayor parte de las soluciones comerciales son adecuadas en cuanto a composición (lo que minimiza la necesidad de manipulación) y en cuanto a volumen elevado (lo que disminuye la carga de enfermería). | ||
Plasma | Hemosol BO | Prismasol 2 |
---|---|---|
Na: 135-145 mEq/L | 140 | 140 |
K: 3,5-5 mEq/L | 0 | 2 |
Cl: 100-110 mEq/L | 109,5 | 111,5 |
C03H: 25-30 mEq/L | 32 (lactato 3) | 32 (lactato 3) |
Calcio: 3-4 mEq/L | 3,5 | 3,5 |
Glucosa (mMol/L) | 0 | 6,1 |
Magnesio | 1 | 1 |
Osmolalidad (mosm/L) | 287 | 297 |
Esta composición estándar debe ajustarse en pacientes con disbalances extremos o alteraciones intensas de estos electrolitos lo que permitirá normalizar las alteraciones del medio interno del paciente. La manipulación requiere siempre esterilidad en su realización y un periodo corto de espera en su utilización.