El diagnóstico en esta situación clínica, si la presencia del tic es continua en los tres últimos años y si no hay asociado un tic fónico, sería el de un trastorno crónico de tic motor (1). La ausencia de tic fónico, descartaría el síndrome de Tourette, aunque está descrito en este síndrome, un período de 1 o 2 años en el que puede presentarse solo un tic motor, sin otros signos(1).
La prevalencia de tics en población escolar es muy variable, dependiendo de los parámetros y del período de medición. Un estudio realizado en 553 escolares con un seguimiento durante 8 meses(2), estableció una prevalencia de tics motores del 24.4%. En otro, en 4.479 niños de 7 a 15 años, la prevalencia del síndrome de Tourette se estableció en un 0,6% y del tratorno crónico por tic motor en un 0,8%(3).
No se han encontrado estudios que analicen el pronóstico a largo plazo del trastorno por tic crónico en niños. En estudios realizados en niños diagnosticados de Síndrome de Tourette(1), el 85% de los niños mejoran o remiten los síntomas durante, o después de la adolescencia. El pronóstico es peor si se asocian complicaciones perinatales, enfermedad crónica física, un medio familiar inestable y/o que no prororcione soporte, y si se asocia una enfermedad mental y/o trastornos del desarrollo(1). Un sumario de evidencia(4), en relación al pronóstico del Síndrome de Tourette, indica que el 60-75% de los adolescentes presentan una mejoría de los síntomas y que una remisión completa ocurrirá entre el 10 al 40% de los adultos. También concluye que la severidad del síntoma tiene un valor predictivo de la severidad que éste pudiera tener durante la edad adulta.
No se han identificado ensayos clínicos sobre el tratamiento de trastorno crónico de tic motor aislado en niños. Si que hay publicados diversos ensayos controlados randomizados en niños diagnosticados de Síndrome de Tourette; o si se asocia a los tics, un Síndrome de Atención con Hiperactividad, pero no se ha identificado ninguno que avale el tratamiento farmacológico en niños con un tic motor crónico aislado.
La lectura de las revisiones seleccionadas (1,4), aplicables a esta situación clínica, señalan que:
- Antes de decidir el tratamiento hay que valorar la severidad de los síntomas y el grado de repercusión que estos presentan en la vida cotidiana y en el desarrollo del niño.
- La eduación e información a la familia y al paciente es la medida más importante y, a veces, puede constituir la única medida de tratamiento necesaria.
- La psicoterapia individual es importante; pero los tics no responden a psicoterapia y no debe ser el objeto del tratamiento con psicoterapia.
- La persistencia de tics no implica la necesidad de una medicación para tratarlo. El tratamiento farmacológico, en caso de ser necesario y debido a sus efectos secundarios, debe comenzar con los fármacos que provoquen un menor daño.