La gonorrea en el adulto se transmite habitualmente a través de las relaciones sexuales con personas infectadas(1,2). Para las posibles vías de contagio es preciso tener en cuenta que el Neisseriae Gonorrhoeae (NG) puede provocar, además de la genital, una afectación orofaríngea, rectal y también, en ocasiones, una diseminación hematógena(1,2).
En una revisión sistemática sobre el tiempo que los microorganismos pueden permanecer con vida en superficies inertes(3), para el NG el tiempo que puede permanecer con vida en una superficie seca inanimada es de 1-3 días; con lo que la posibilidad de transmisión a partir de un objeto contaminado, aunque muy rara, sería posible.
Sobre el diagnóstico, una Guía de Práctica Clínica(2), indica que el método de elección es el cultivo de exudado uretral en el hombre y en la mujer de exudado de flujo endocervical. En caso de que no haya posibilidad de tomar esa muestra, una opción sería el diagnóstico de una muestra de orina (orina inicial en el caso del varón) pero aplicando un método molecular, en concreto con el test de amplificación nucleica del ADN.