En una revisión narrativa sobre los riesgos de la Electromiografía(EMG), publicada por la "American Association of Electrodiagnostic Medicine" (AAEM) en 1999(1), se expone que: "Los pacientes que reciben anticoagulantes y son remitidos para realizar una EMG deben ser valorados de forma individual, valorando los beneficios de realizar la prueba, frente a los riesgos de un hematoma intramuscular u otro tipo de sangrado. Hay acuerdo en que los pacientes con un elevado INR (International Normalized Ratio) o un recuento bajo de plaquetas, presentan un riesgo más elevado de sangrado al realizarse la prueba. Si la decisión es realizar la EMG a estos pacientes, es recomendable explorar primero los músculos pequeños, más superficiales, y observar por si hay algún problema de sangrado. Una presión prolongada en el lugar de la inserción de la aguja habitualmente produce la hemostasis."El artículo no especifica restricciones en base a la profundidad o a un determinado grupos de músculos; ni establece pautas de modificación de la dosis del anticoagulante.
Un estudio descriptivo publicado en el 2006, recopiló información en los servicios universitarios que realizaban Electromiografías(EM) en USA, sobre los protocolos y experiencia de actuación en pacientes anticoagulados(2).
Los autores justifican el estudio ante la inexistencia de guías de práctica clínica basadas en la evidencia que aborden este escenario clínico. En la revisión de la bibliografía realizada tan solo localizan dos casos publicados de complicaciones de sangrado en pacientes anticoagulados a los que se les realiza una EMG:
- Una mujer de 81 años que presentó un hematoma en la pantorrila a los 16 días de realizar una EMG.
- Un paciente de 64 años que, a los 6 días de realizarse la EMG, presentó un sangrado subcutáneo severo que precisó transfusión.
Hay otros dos casos severos de hemorragia descritos en la bibliografía, en pacientes a los que se realizó una EMG y no tomaban anticoagulantes ni presentaban otros factores de riesgo para sangrado. En relación al cuestionario remitido a los servicios que realizaban EMG, contestaron 47 centros, del total de 60 cuestionarios enviados, destacando que:
- El 36% de los centros disponían de protocolos de actuación escritos sobre las normas a seguir en pacientes anticoagulados.
- En cuatro servicios informaron de alguna complicación (en total 5 casos)importante de sangrado en pacientes en tratamiento con anticoagulantes.
- El estudio sugiere que en la mayoría de los centros se limita o reduce el estudio con aguja para EMG en pacientes anticoagulados. El grupo muscular que con mayor frecuencia se evita, en estos casos, es el paraespinal..
- Otra conclusión es que la complicación de sangrado en pacientes con anticoagulantes a los que se les realiza una EMG es muy rara.
- Aconsejan realizar una Guía de Práctica Clínica basada en la evidencia en la que se recojan estas situaciones, evitando así la variabilidad detectada en la práctica.