Una Guía de Práctica Clínica sobre el tratamiento de las disfunciones tiroideas actualizada en el 2006(1), en relación a los pacientes que toman amiodarona, resume que:
- En un 14-18% de los pacientes en tratamiento con amiodarona se produce una disfunción tiroidea consecuencia de este fármaco.
- Antes del inicio del tratamiento con amiodarona debe realizarse una medición de TSH y luego repetirla cada 6 meses.
- Si se desarrolla un hipotiroidismo debe tratarse con hormonas tiroideas; pudiendo mantenerse, en caso que se considere necesario, la amiodarona.
- En el hipertiroidismo provocado por amiodarona es preciso distinguir dos tipos:
- Tipo 1, que es similar al hipertiroidismo inducido por yodo (fenómeno de jobbasedow) y que se manifiesta por un nivel bajo de TSH y cifras elevadas de T3 o T4 y una captación baja de yodo radioactivo. Los antitiroideos tiene éxito terapeútico en algunas ocasiones. Aunque en los casos leves podría continuarse con la amiodarona, se recomienda la suspensión de la misma. El nivel eutiroideo puede lograrse tras varios meses de abandonar la amiodarona.
- Tipo 2, que se asemeja a una tiroiditis destructiva. Los datos de laboratorio son similares al tipo 1, pero la ecografía doppler muestra una disminución de la vascularización del tejido tiroideo. Está indicado el tratamiento con corticoides y, en ocasiones, es necesario la extirpación quirúrgica del tiroides.
Las evaluaciones farmacológicas revisadas (2, 3, 4) establecen similares conclusiones y recogen también como aspectos de interés para el seguimiento de estos pacientes:
- Un contraste yodado para colecistografía , el ácido iopanoico podría estar indicado en el Hipertiroidismo tipo 2 cuando hay contraindicaciones para el empleo de prednisona o cuando esta no ha sido efectiva.
- El hipotiroidismo inducido por amiodarona parece que no disminuye la efectividad del antiarrítmico a largo plazo en pacientes con taquiarritmias ventriculares.
- La revisión de Uptodate(4) indica que el hipotiroidismo inducido por amiodarona puede persistir, tras la suspensión del fármaco, en pacientes que tienen una tiroiditis crónica autoinmune subclínica, con titulos elevados de anticuerpos antitiroideos y bocio y pueden precisar tratamiento continuado con T4.
- La vida media de eliminación de la amiodarona es de 100 días, por lo que el beneficio de la suspensión puede no ser inmediato.
- En los casos con un hipertioridismo mixto o de dificil diferenciación entre tipo 1 ó 2, sería prudente una terapia inicial la combinación de prednisona (40 mg/día) y de metimazol (40 mg/día) y valorar la respuesta a la terapia; una respuesta rápida sugiere tipo 2 y se podría suprimir el metimazol.
- En pacientes que toman warfarina y presentan una disfunción tiroidea por amiodarona, es preciso tener en cuenta que el efecto de la warfarina es potenciado por tirotoxicosis y atenuado por el hipotiroidismo.