Una revisión sistemática de la Cochrane, sobre el tratamiento de la artritis psoriásica, actualizada en el año 2000 (1), identificó 20 ensayos aleatorios, de los cuales 13, que aportaron datos de 1022 sujetos, se incluyeron en el análisis cuantitativo. En esta revisión, se consideraron todos los ensayos aleatorios que compararon la salazopirina, la auranofina, el etretinato, el ácido fumárico, el oro IM, la azatioprina y el metotrexato. Aunque todos los agentes demostraron mejores resultados que el placebo, el metotrexato parenteral en dosis altas, la salazopirina, la azatioprina y el etretinato fueron los agentes que alcanzaron significación estadística en un índice global de actividad de la enfermedad. Entre las conclusiones de los autores destacar que la salazopirina y el metotrexato parenteral en dosis altas son los únicos dos agentes con eficacia bien demostrada y publicada para tratar la artritis psoriásica. La magnitud del efecto que se observó con la azatioprina, el etretinato, el metotrexato oral en dosis bajas y quizás con la colchicina sugiere que estos agentes pueden ser eficaces; no obstante, es necesario realizar más ensayos clínicos multicéntricos para confirmar su eficacia.
Otra revisión sistemática, actualizada en el 2006 (2), en cuanto al tratamiento de la artritis periférica, concluye que la evidencia respalda el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para el alivio de los síntomas aunque hay datos insuficientes en cuanto a los agentes COX-2 específicos. No hay evidencia para sostener el tratamiento con corticoides sistémicos o corticoides mediante inyectables ; aunque esta última terapia sea empleada con frecuencia en la práctica clínica. Sobre los fármacos antireumáticos modificadores de la enfermedad, un grado de evidencia 1B (basado en uno o más ensayos clínicos randomizados de calidad) ha sido demostrado para el alivio de los síntomas en la sulfasalazina, ciclosporina, y la leflunomida; y con un grado más bajo de evidencia para el metrotexato. También sustenta, con un grado 1B de evidencia, la mejoría de los síntomas, función física, calidad de vida y progresión radiológica para los anti-tumorales con factor de necrosis alfa (anti-TFN) etanercept, infliximab, y adalimumab.
Sobre el papel que ocupan los anti-TFN en el tratamiento de la artritis psoriásica han sido publicados de forma reciente dos Guías de Práctica Clínica:
- Una Guía de práctica clínica de NICE (3) establece los criterios de tratamiento para etarnecept y de Infliximab en la artritis psoriásica. La revisión sistemática que incluye muestra un efecto significativamente mayor que el placebo en la mejoría clínica para los dos fármacos, mostrando que el efecto del etanercept no depende del uso concomitante del metotexato.
- Similares conclusiones muestra la de la sociedad británica de Reumatología, publicada en el 2005 (4). En esta guía, aunque se reconocen importantes lagunas de evidencia, se propone un algoritmo de tratamiento de la artritis psoriásica periférica que comienza con un ensayo terapéutico de dos a tres meses con NICE y valorar la posibilidad de corticoides intraarticulares. Si tras este tratamiento no responde, comenzar un ensayo de dos fármacos modificadores de la enfermedad reumática de forma individual o en combinación: sulfasalazina, metotrexato, ciclosporina y lefunomida. En el caso de no mejoría y que tenga más de 3 articulaciones afectadas por dolor y más de 3 articulaciones con inflamación,y que las haya presentado en dos ocasiones separadas y distanciadas más de 1 mes, iniciar tratamiento con etanercept.