Se han identificado cuatro revisiones sistemáticas que analizan el papel del ejercicio físico en pacientes diabéticos:
- Una, de la colaboración Cochrane, actualizado en Mayo del 2006 y que todavía no está traducida al castellano (1), incluyó 14 ensayos clínicos aleatorios (377 participantes) comparando el efecto del ejercicio físico en pacientes diabéticos tipo 2. En relación al control (no realización de ejercicio), la práctica de ejercicio físico mejoró de forma significativa el control de la glucemia, con una reducción de las cifras de Hemoglobina glicada (HbA1) del 0,6%. El metaanálsiis mostró, en el grupo de intervención, una reducción del tejido adiposos visceral y los triglicéridos en plasma, pero no modificó los niveles de colesterol, ni de tensión arterial. Sobre la duración del ejercicio, en los estudios de más corta duración las modificaciones de la HbA1 fueron más acusados que en las intervenciones más prolongadas. Sobre el tipo de ejercicio tan solo señala que fueron más efectivas las intervenciones que incluyeron una variedad de actividades, que aquellas intervenciones que empleaban una forma única de ejercicio.
- Una revisión publicada en el 2001 (2), incluyó ensayos clínicos aleatorios y no aleatorios para determinar el efecto del ejercicio físico en los diabéticos tipo 2. Se incluyeron 14 ensayos clinicos controlados con 504 pacientes. En esta revisión se muestra también que el ejercicio, comparado con la no realización del mismo, reduce los niveles de HbA1. El análisis de sensibilidad muestra resultados similares para los ensayos aleatorios que para los no aleatorios y para el ejercicio aeróbico como para el entrenamiento de resistencia. La conclusión de los autores es que el ejercicio disminuye el nivel de HbA1 en una cantidad capaz de reducir el riesgo de complicaciones diabéticas; y que el ejercicio no tiene ningún efecto sobre el índice de masa corporal.
- Otra revisión publicada en el 2003 y realizada con el objetivo de mostrar el efecto en la capacidad cardiorespiratoria, incluyó 7 ensayos con 266 pacientes diabéticos tipo 2 (3). En este metaanálisi también se demuestra una reducción de los niveles de HbA1 en los grupos de intervención con ejercicio físico y una asociación estrecha entre la intensidad del ejercicio y la reducción de los niveles de HbA1.
- Y en la última se incluyeron cuatro ensayos, con un total de 114 mujeres embarazadas diagnosticadas de diabetes gestacional(4). Ningun ensayo incluyó mujeres embarazadas con diabetes tipo 1 o tipo 2. Las mujeres se reclutaron durante el tercer trimestre de gestación y la intervención se realizó durante aproximadamente seis semanas. No se encontró ninguna diferencia significativa entre los regímenes de ejercicio y los demás en cualquiera de los resultados evaluados. Los autores concluyen que la evidencia es insuficiente para recomendar o desaconsejar que las mujeres embarazadas diabéticas participen en programas de ejercicios. Se necesitan ensayos adicionales, con muestras de mayor tamaño, que incluyan mujeres con diabetes gestacional y posiblemente diabetes tipo 1 y 2, para evaluar esta intervención.
Realizado en España, sólo se ha identificado un pequeño ensayo clínico aleatorio realizado en 20 diabéticos, para estudiar el efecto del ejercicio en el perfil lipídico (5). Los 20 diabéticos se separaron de forma aleatoria en dos grupos de 10; el primero siguió un programa de ejercicio físico moderado durante 3 meses y el segundo permaneció sedentario. Tras el ejercicio físico se detectaron cifras menores de Triglicéridos posprandiales en comparación con la situación basal y con los diabéticos sedentarios. Se pudo apreciar también que, tanto en situación basal como posprandial, el ejercicio físico no modifica los valores de HDL Colesterol en los pacientes diabéticos.