Una Guía de Práctica Clínica de la Asociación Americana de Gastroenterología, del 2002(1), sobre el papel de la ecografía en el diagnóstico y pronóstico de los diferentes estadíos del Hígado Graso No Alcohólico, comenta:
- Confirmación de enfermedad hepática grasa: Una vez que el consumo de alcohol (> 20 a 30 gr./día) y otras causas comunes de enfermedad hepática han sido descartados por la evaluación clínica y de laboratorio, se realiza una exploración hepática con técnicas de imagen por ecografía, TAC o resonancia magnética. Estas exploraciones pueden ser empleadas para determinar la presencia de enfermedad del tracto biliar y enfermedad focal hepática; que podrían ser responsables de la elevación de las transaminasas. Sin embargo, estas exploraciones no diferencian entre hígado graso (esteatosis), esteatohepatitis y esteatohepatitis con fibrosis y además no puede ser utilizadas para realizar estas distinciones. Aunque, para el diagnóstico de hígado graso, la ecografía es ligeramente más sensible, el TAC es más específico, pero de mayor coste. No puede hacerse, en este momento, una recomendación para utilizar una u otra.
- Evaluación del pronóstico.La evaluación del pronóstico requiere conocer el estadío de la enfermedad y el grado de disfunción hepática. La función hepática es valorada normalmente por los niveles en suero de bilirrubina, albúmina y el cálculo del tiempo de protrombina. La edad avanzada, la obesidad, así como la presencia de diabetes son factores de riesgo para la aparición de una fibrosis hepática. Sin embargo el estadío de la enfermedad puede ser sólo confirmada por la biopsia hepática. La decisión de realizar una biopsia hepática para conocer la situación de la enfermedad debe ser sopesada teniendo encuenta los riesgos de la biopsia y el impacto del resultado en la toma de decisiones futuras. Si la decisión fuera el no realizar la biopsia, es recomendable discutir las implicaciones de la decisión con el paciente.
Dos estudios de cohortes publicados posteriormente a la elaboración de la Guía (2) (3) confirman el mejor pronóstico de la esteatosis no alcohólica, en comparación con la esteatosis hepática alcohólica. Estos estudios no describen ningún hallazgo en la ecografía que tenga un valor pronóstico o que permita predecir la progresión a esteatohepatitis, fibrosis o cirrosis.
En un estudio realizado en 119 pacientes diagnosticados de Hepatitis crónica C, empleando la ecografía con doppler duplex(4) y comparando con los resultados de la biopsia hepática; la ecografía doppler no permitía diferenciar entre diferentes grados de fibrosis. La sensibilidad y especificidad de la velocidad y de las ondulaciones del flujo venoso portal para el diagnóstico de cirrosis hepática fue del 74.5%/53% y del 76.5%/100%. El flujo venoso mono o bifásico hepático indicaba estetatosis hepática avanzada (sensibilidad del 88,2%, especificidad 74,5%,valor predictivo positivo del 36.6% y valor predictivo negativo del 97.5%).