Hay numerosos ensayos clínicos randomizados que comparan, en intervenciones en extremidades, el empleo del manguito de isquemia frente a un grupo control en el que no se utiliza; pero que estudien alternativas dirigidas a evitar complicaciones, se han localizado tan solo cinco:
Un ensayo en 150 pacientes programados para artroscopia o protesis de rodilla, que muestra que con protectores de la piel aplicados por debajo del manguito, las complicaciones en la piel son menores1.
36 pacientes a los que se les va a realizar cirugía de la pierna, fueron distribuidos en un grupo en el que se realizaba anestesia normotensiva e inflado normal del manguito y en otro en el que la presión del manguito era más reducida y con una hipotension controlada por anestesia2. No hubo diferencias en cuanto al sangrado en el campo operatorio y tampoco complicaciones.
86 pacientes a los que se les realizó una artroplastia de rodilla fueron aleatorizados en dos grupos: uno recibía una presión elevada en el manguito (400 mgHg) y el otro una presión baja (100 mgHg)3. Las condiciones del campo operatorio fueron consideradas buenas en todos los casos. El grupo de presión baja presentó menos dolor y menor utilización de morfina.
En 88 pacientes a los que se les realizaba una artroplastia de rodilla, de forma aleatoria se les mantuvo el torniquete hasta completar la sutura de la piel y el vendaje o se les retiraba en el momento de cerrar el cuadriceps4. En el grupo que se había retirado antes la presión presentó menor dolor en el posoperatorio, menos complicaciones en la piel y una recuperación más temprana en la extensión de la pierna.
En 50 pacientes operados de un hallux valgus se aplicó de forma randomizada el torniquete justo por encima del tobillo o en la pantorrilla. La aplicación más proximal generó, de forma significativa, mayores molestias durante y después de la intervención.