En el momento actual, la evidencia disponible no permite establecer que la gimnasia abdominal hipopresiva (GAH) sea un tratamiento indicado para la mejora sintomática de mujeres con disfunción del suelo pélvico (DSP).
En una pregunta incluída en el Banco de Preevid en 2019(1) se concluía (al igual que en la pregunta previa a la que actualizaba(2)), que no había evidencia que respaldase la eficacia de la GAH en pacientes con incontinencia urinaria (IU) de esfuerzo.
Se ha procedido a actualizar la información, ampliando la búsqueda a situaciones clínicas en la que la DSP resulta en prolapso genital (PG). Tras la revisión realizada obtenemos:
-
En guías de práctica clínica(3-8) y sumarios de evidencia(9-14), que revisan el manejo conservador de la IU o el PG y que han sido publicadas o actualizadas recientemente, no se incluye a GAH entre las medidas terapéuticas a adoptar. En todos los documentos el programa de ejercicios recomendado para la DSP es el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico (EMSP).
-
Los ensayos clínicos que evalúan la eficacia de la GAH (escasos, de pequeño tamaño muestral y con limitaciones metodológicas), incluidos en las revisiones sistemáticas identificadas(15-17), encuentran, en general, que la GAH mejora la fuerza y el tono de los músculos de suelo pélvico y los síntomas de DSP (IU o PG) pero estos efectos no son superiores a los del EMSP; tampoco la incorporación de GAH al EMSP parece aportar un beneficio adicional.
Una revisión sistemática(15), publicada en enero de 2024 y con objetivo de analizar los efectos de los ejercicios hipopresivos (GAH) sobre los músculos abdominales y del suelo pélvico en mujeres con o sin disfunción, incluyó 7 ensayos clínicos aleatorios (ECA) con 587 mujeres, 462 con alguna disfunción del suelo pélvico (con IU o PG) y 125 sanas (sin disfunción). La intervención con GAH consistió entre 12 y 24 sesiones, aplicadas 1 o 2 veces a la semana durante un periodo máximo de 12 semanas.
En general, todos los artículos mostraron que la GAH fue eficaz para mejorar la fuerza y el tono de los músculos del suelo pélvico, reducir los síntomas de IU y PG, así como mejorar los parámetros de control postural y la activación del músculo transverso del abdomen. Los estudios que compararon la GAH con un grupo de control pasivo informaron una mejora del tono muscular del suelo pélvico y una disminución de los síntomas de la IU en el grupo que realizó la GAH.
Uno de los tres estudios en los que se comparó la GAH con el EMSP, concluyó que la GAH es tan eficaz como el EMSP para mejorar la fuerza, el tono y los síntomas de la DSP; sin embargo, en los otros el EMSP fue más eficaz que la GAH para mejorar la fuerza de los músculos del suelo pélvico, reducir los episodios de IU y los síntomas de PG. Los estudios que evaluaron GAH más EMSP no encontraron beneficios adicionales en comparación con la técnica de EMSP aplicada de forma aislada para la fuerza y la actividad de los músculos del piso pélvico, el aumento en el área transversal del músculo elevador del ano y la mejora de los síntomas de DSP.
Los autores de esta revisión concluyen que, aunque la GAH apunta a resultados prometedores (en cuanto a la fuerza y el tono de los músculos del suelo pélvico y la mejora de los síntomas de IU y PG), estos resultados deberán demostrarse en futuros estudios. Añaden que, por el momento, no se puede afirmar que los efectos de la GAH sean superiores al EMSP o que sería un tratamiento fiable para tratar disfunciones de la región pélvica.
Otra revisión sistemática de 2023(16) se centra en evaluar los efectos de la GAH (y otros ejercicios) sobre el PG. Cuatro de las publicaciones incluidas, con datos de tres ECA (todos analizados en la revisión sistemática de Katz et al(15)), compararon el EMSP con el ejercicio hipopresivo. En tres de las publicaciones (dos estudios) el EMSP fue superior en la mejora de los síntomas del PG o de la fuerza de los músculos de suelo , y asociar la GAH al EMSP no tuvo un efecto adicional; en el estudio restante se observó un efecto similar entre la GAH y el EMSP en la reducción de los síntomas de DSP, en la mejora de la calidad de vida y en la mejora de la fuerza y el tono basal de los músculos del suelo pélvico. Para los autores de esta revisión el EMSP sigue siendo el tratamiento de primera línea del PG y que se necesita investigar más a fondo el papel de otros programas de ejercicio, incluyendo la GAH.
A similar conclusión llegaba otra revisión sistemática de 2020(17) en la cual se revisó la eficacia de diferentes programas de ejercicio (entre ellos la GAH) para la mejora de la función de los músculos pélvicos en personas con o sin disfunciones. Se incluyeron dos ECA (incluidos en la revisión sistemática de Katz et al(15) y en la de Bø et al(16)) sobre la eficacia de los ejercicios hipopresivos en mujeres con PG. Sus resultados mostraron que el EMSP fue superior a los ejercicios hipopresivos en todos los resultados medidos y que incluir ejercicios hipopresivos en los programas de EMSP no mejoraba la función de los músculos del suelo pélvico. En este caso, los autores de la revisión también establecen que los programas de ejercicio evaluados no son eficaces por si solos de mejorar la función del suelo pélvico y que el EMSP sigue siendo la técnica gold standard para aumentar la fuerza de los músculos pélvicos.
Por último comentar que otra de las revisiones sistemáticas localizadas(18), publicada en abril de 2024, tuvo como objetivo evaluar la evidencia disponible respecto a los efectos del entrenamiento con ejercicios hipopresivos en mujeres sanas. Incluyó 5 estudios (todos ensayos clínicos sin grupo control) con un total de 70 participantes. La intervención consistió en 12 y 16 sesiones de entrenamiento con ejercicios hipopresivos en tres estudios y una única sesión en los otros dos estudios; cada sesión duró entre 30 y 45 minutos en todos los estudios.Solo dos de los estudios reportaron información sobre los efectos de este entrenamiento en la contracción de los músculos abdominales y del suelo pélvico y sus resultados divergieron: mientras que en uno de los estudios (16 sesiones de entrenamiento) la GAH resultó una mejora en la contracción de los músculos del suelo pélvico (de 1.165,29 ± 510,85 gr/cm2 a 1.453,14 ± 529,69 gr/cm2), en el otro estudio (12 sesiones de entrenamiento) no se obtuvieron mejoras estadísticamente significativas (p=1,00) en la competencia perineal (solo se observó mejoría respecto a la situación inicial en una mujer de las 15 que incluyó el estudio). Los autores consideran necesarios más estudios para dilucidar los beneficios y efectos adversos de los ejercicios hipopresivos y dado que todavía no hay suficiente evidencia para respaldar los efectos esperados se sugiere precaución a la hora de recomendarlos.
No se han identificado ECA de publicación posterior a los incluidos en las revisiones sistemáticas citadas.