[La curcumina es el principal compuesto fitoquímico bioactivo presente en la cúrcuma]
Tras la búsqueda realizada no se identifica evidencia respecto a si la curcumina, como monoterapia o tratamiento adyuvante, tiene algún efecto en la supervivencia de pacientes con mieloma múltiple (MM). Los datos disponibles tampoco permiten establecer conclusiones firmes sobre otros potenciales efectos beneficiosos en el curso de la enfermedad.
No se han encontrado guías de práctica clínica o sumarios de evidencia sobre el abordaje del paciente con MM que hagan mención a la indicación de productos a base de curcumina en alguna fase del manejo de estos pacientes.
Un sumario publicado por el “National Cancer Institute”(1) revisa el papel de la curcumina en el tratamiento de personas con cáncer. En concreto respecto al MM el documento indica que se ha investigado el efecto de un producto que contiene curcumina en pacientes con gammapatía monoclonal de significado indeterminado (GMSI) o MM latente (MML)(2).
El estudio al que hacen mención es un ensayo clínico cruzado(2), doble ciego, controlado con placebo, seguido de un estudio de extensión abierto, que exploró la eficacia de un producto que contenía curcumina (cada dosis de 4.000 mg contenía 3.600 mg de curcumina, 320 mg de demetoxicurcumina y 80 mg de bisdemetoxicurcumina) en pacientes con GMSI o MML. El sumario resume que en dicho estudio 36 pacientes (19 con GMSI y 17 con MML) fueron asignados aleatoriamente para recibir diariamente 4.000 mg del producto que contenía curcumina (en dosis dividida, mitad por la mañana y mitad por la noche) o 4.000 mg de placebo, durante 3 meses. A los 3 meses se cruzaban los tratamientos durante otros 3 meses. Al finalizar el primer estudio, los pacientes tuvieron la opción de comenzar el estudio abierto de extensión con dosis de 8.000 mg de producto de curcumina durante otros 3 meses.
Veinticinco pacientes (9 con MML y 16 con GMSI) completaron el estudio cruzado y 18 pacientes (7 con MML y 11 con GMSI) completaron el estudio de extensión abierto.
En la fase de estudio cruzado los tres marcadores de cadenas ligeras libres (relación de cadena ligera libre [rFLC], diferencia entre cadena ligera clonal y no clonal [dFLC] y cadena ligera libre involucrada [iFLC]) disminuyeron después de 3 meses de tratamiento con curcumina y continuaron disminuyendo a pesar del cruce con placebo (n= 12). Sin embargo, los cambios no alcanzaron significación estadística; tampoco hubo cambios significativos en las concentraciones de paraproteínas. En cambio, en el grupo que comenzó con placebo y cambió a curcumina (n= 13) se observaron pequeños incrementos de los tres marcadores de cadenas ligeras libres y no se produjeron cambios después del cruce.
Durante la fase abierta del estudio todos los pacientes (n=18) recibieron el producto de 8 g de curcumina (cada paciente de este grupo recibió, en total, 4 g de terapia con curcumina, 4 g de terapia placebo y 8 g de curcumina durante 9 meses). Al final del estudio se observaron reducciones significativas en rFLC (−36,8%, P = 0,03), proteína total (−3,4%, P = 0,04) y proteína urinaria aleatoria (−26,7%, P = 0,04). De manera similar, también hubo reducciones en iFLC (−8,4%, P = 0,48), dFLC (−10,1%, P = 0,43), desoxipiridinolina urinaria (−9,5%, P = 0,09) y hormona paratiroidea (PTH)(−19,8%, P = 0,002). No se observaron efectos significativos de la curcumina sobre los niveles de albúmina sérica, microglobulina B2 o hemoglobina.
Los autores del estudio comentan, además, que ninguno de los 25 pacientes que completaron el estudio cruzado con 4 g de curcumina (entre los que se incluyen los 18 que recibieron 8 g/día) progresó a enfermedad activa 1 año después de la finalización total del estudio. Y consideran que estos hallazgos sugieren que la curcumina podría tener el potencial de retardar el proceso de la enfermedad en pacientes con GMSI y MML, aunque son conscientes del pequeño número de pacientes y la corta duración del estudio.
En el sumario del NCI(1) también se referencia, respecto al posible efecto antitumoral de los productos que contienen cúrcuma, el informe de un caso(3) de una paciente con mieloma resistente al tratamiento que comenzó un régimen oral diario de un producto que contenía curcumina. Se describe que la paciente tomó cada noche, con el estómago vacío, una dosis única de 8.000 mg del producto que contenía curcumina (concretamente contenía curcuminoides formando complejos con bioperina para ayudar con la absorción). La paciente también se sometió a tratamiento con oxígeno hiperbárico. Sus niveles de paraproteína disminuyeron gradualmente hasta un nadir de 13 g/L, sus recuentos sanguíneos mejoraron constantemente y no hubo evidencia de enfermedad ósea lítica progresiva. En el transcurso de 60 meses, el cáncer de la paciente se mantuvo estable con fluctuaciones menores en los niveles de paraproteínas.
Localizamos también una revisión sistemática(4), publicada en abril de 2023, que se plantea como objetivo revisar la información de ensayos controlados aleatorios (ECA) diseñados para evaluar los efectos de la curcumina, sola o como terapia complementaria, sobre la progresión del cáncer, la supervivencia del paciente o la respuesta quirúrgica/histológica. En los estudios se incluyeron pacientes con cánceres de próstata, colorrectal y de mama localmente avanzados y/o metastásicos, así como con MM y leucoplasia oral. En general, aunque la curcumina mostró algunos resultados positivos, fue ineficaz para mejorar la supervivencia general o libre de progresión. El perfil de seguridad de la curcumina fue favorable.
Después de la evaluación cuidadosa de la evidencia clínica disponible, los autores establecen que, actualmente, los resultados obtenidos no son lo suficientemente consistentes como para respaldar el uso terapéutico de la curcumina, ya sea como monoterapia o como complemento a otros fármacos antineoplásicos en pacientes con tumores sólidos (cáncer colorrectal localmente avanzado o metastásico, cáncer colorrectal avanzado cáncer de mama metastásico, cáncer de próstata metastásico y leucoplasia oral) o neoplasias malignas hematológicas (MM). Indican que la conclusión que se puede sacar es que la curcumina no es un compuesto efectivo ni para bloquear ni para ralentizar la progresión del cáncer. Sin embargo, matizan que se evaluó un bajo número de estudios clínicos, con un pequeño número de sujetos inscritos, y que, además, la heterogeneidad de las formulaciones de curcumina, su variabilidad farmacocinética y su uso en pacientes con cánceres localmente avanzados o metastásicos, sin duda contribuyeron a una posible subestimación de su potencial beneficio clínico. Añaden que el perfil de seguridad aceptable y la evidencia de que la curcumina puede mejorar los síntomas locales de radiodermatitis o mucositis relacionada con el cáncer refuerzan la necesidad de continuar estudiando este compuesto.
Para evaluar el efecto en pacientes con MM se incluyó un único ECA simple ciego(5), publicado en 2022, en el que se analizó el uso de curcumina como tratamiento adyuvante. En este estudio un total de 33 pacientes fueron asignados aleatoriamente en dos grupos: grupo MPC (n =17) y grupo control MP (n =16). El grupo MPC fue tratado con melfalán 4 mg/m2, prednisona 40 mg/m2 durante 7 días y curcumina 8 gramos diarios durante 28 días; el grupo de control MP fue tratado con melfalán, prednisona y placebo. Tras finalizar el estudio, a los 4 meses, el análisis de los resultados (se utilizaron los datos de 12 pacientes en cada grupo) mostró que:
- La remisión general en el grupo MPC fue mejor que la del control: en el grupo MPC entraron en remisión 9 pacientes (75%) frente a los 4 del grupo MP (33,3%). Este resultado fue estadísticamente significativamente diferente (P=0,009).
- Se produjo una disminución significativa de los niveles de NF-κB (“Nuclear Factor kappa B”), VEGF (“Vascular endothelial Growth Factor”) y TNF-α (“Tumor Necrosis Factor-α”) en el grupo MPC en comparación con el grupo control MP.
- Observó una reducción significativa del nivel de IL-6 en el grupo MPC que no ocurrió en el grupo MP; sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos en los niveles de IL-6.
- El análisis de regresión logística múltiple demostró una correlación entre los niveles de TNF-α y la remisión (odds ratio [OR]=1,35; intervalo de confianza 95% = 1,03-1,76; P=0,03).
Para los autores, la adición de curcumina en pacientes con MM tratados con el régimen MP mejora la remisión general y disminuye los niveles de NF-κB, IL-6, VEGF y TNF-α. Consideran que se necesitan estudios que evalúen los efectos de la curcumina en la supervivencia.
En otra revisión sistemática(6) de ensayos clínicos sobre el efecto de la curcumina en distintos tipos de cáncer y publicados en inglés de 2010 a 2020, se incluye, en relación al MM, el ensayo clínico cruzado de Golombick et al(2) indicando que el resultado de este estudio sugiere que la curcumina podría tener un efecto positivo en la desaceleración del proceso de la enfermedad en pacientes con GMSI y MML.
De publicación más reciente tan solo se ha localizado una serie de casos(7) de 15 pacientes con MM que estaban siendo tratados con un fármaco inmunomodulador o un inhibidor del proteasoma más dexametasona y, que desarrollaron efectos secundarios debidos al corticosteroide. En estos pacientes se indicó a los pacientes que reemplazaran la dexametasona por una dosis de 3 a 4 g diarios de curcumina. En el momento de la redacción de la serie de casos los 12 pacientes que permanecían vivos se encontraban en condición estable y evolucionaban bien. Para los autores esto supone que la curcumina, cuando se utiliza en un régimen combinado en pacientes con MM, tiene una supervivencia libre de progresión comparable a la de las terapias combinadas basadas en esteroides, sin los efectos adversos de estos; en consecuencia señalan que la curcumina podría ser una alternativa viable a los corticosteroides en combinación con un fármaco inmunomodulador o un inhibidor del proteasoma.