[La Terapia cognitivo conductual es una terapia psicológica que ayuda a modificar los pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos].
En base a la documentación consultada la terapia cognitivo-conductual (TCC) podría ser efectiva como tratamiento preventivo de la migraña, aunque no existe una evidencia convincente.
La Guía de Práctica Clínica (GPC) de “National Institute for Health and Clinical Excellence “ sobre dolores de cabeza en personas mayores de 12 años(1), refiere que las intervenciones psicológicas como la TCC se recomiendan ampliamente para personas con trastornos dolorosos crónicos, entre ellos la cefalea crónica. Indica que una intervención psicológica eficaz basada en principios cognitivo-conductuales para personas con cefaleas crónicas tiene el potencial de mejorar sustancialmente su calidad de vida aunque hay pocos datos que respalden el uso de estas intervenciones para controlar los síntomas de cefalea crónica.
Aporta también esta GPC que se necesitan ensayos clínicos aleatorizados (ECA) pragmáticos que evalúen el impacto de una intervención psicológica en comparación con un control activo. El ECA debería abordar el impacto de una intervención psicológica únicamente sobre el dolor de cabeza (obviando los trastornos del ánimo habitualmente comórbidos), utilizando resultados apropiados para el dolor de cabeza, como el cambio en el número de días con dolor de cabeza informados por el paciente y la calidad de vida específica a consecuencia del dolor de cabeza.
Una GPC canadiense, acerca de la profilaxis en la migraña(2) expresa que, se pueden utilizar varias terapias psicológicas para reducir la frecuencia de las migrañas y ofrecer una alternativa a la profilaxis farmacológica para algunos pacientes, o se pueden utilizar junto con medicamentos. Estas terapias psicológicas incluyen el dominio de técnicas de relajación, TCC que incluye el manejo del estrés, biorretroalimentación y el dominio de las habilidades de ritmo (adaptación a los acontecimientos cotidianos) y autocontrol. Esta GPC informa de la importancia de entender el papel del terapeuta por parte de los pacientes: su papel no es curar los dolores de cabeza sino enseñar habilidades que permitan a los pacientes controlar sus cefaleas de manera más efectiva.
Dos declaraciones de consenso de “the American Headache Society” y “The British Association for the Study of Headache”(3,4) mantienen que, la TCC es efectiva en el tratamiento preventivo de la migraña, con evidencia de alta calidad para su uso como terapia preventiva y en cambio, hay evidencia limitada que respalda su uso como terapia aguda. Se indica la TCC en los siguientes casos(3):
- Cuando el paciente prefiere intervenciones no farmacológicas.
- Al tener respuesta inadecuada, mala tolerancia o contraindicaciones médicas a tratamientos farmacológicos específicos.
- Cuando una mujer está embarazada, está amamantando o planea quedar embarazada.
- Cuando hay antecedentes de uso excesivo de medicamentos o cefaleas por uso excesivo de medicamentos.
- Si se exhibe estrés significativo o habilidades deficientes para afrontar el estrés.
- Tener una discapacidad alta relacionada con la migraña y/o una calidad de vida baja y/o comorbilidades.
La GPC sobre tratamiento y prevención de los ataques de migraña(5) de “The German Society of Neurology”, también recomienda la TCC para la prevención de la migraña y la combinación de TCC y terapia farmacológica. La TCC comprende esencialmente los siguientes componentes básicos:
- psicoeducación,
- mejora de la autopercepción,
- modificación de las cogniciones relacionadas con el dolor,
- modificación de las deficiencias sociales,
- modificación de estilos de vida disfuncionales específicos de la migraña.
Los casos de indicación de tratamiento con TCC que relata esta GPC son los mismos que los expuestos anteriormente(3).