La evidencia disponible en cuanto al uso de la membrana de plasma rico en factores de crecimiento (mPRFC) para el tratamiento de la patología de la superficie ocular es muy escasa y, en general, de baja calidad, lo que no permite extraer conclusiones firmes sobre su efectividad.
No se han identificado recomendaciones sobre su uso en los sumarios de evidencia de Uptodate, Dynamed ni BMJ Best Practice.
Se han localizado 4 estudios clínicos de interés cuya información resumimos a continuación:
- El más relevante, es un ensayo clínico aleatorizado y simple ciego(1), publicado como tesis doctoral, que comparó mPRFC y colirio de PRFC frente a membrana amniótica en la cirugía del pterigion primario. El tamaño muestral calculado fue de 116 ojos; 112 fueron incluidos y aleatorizados pero 7 rechazaron la cirugía y, finalmente, 105 fueron analizados (49 vs 56). Las recidivas (variable principal) en cada grupo fueron 14,3% vs 7,1% (p 0,43). No hubo diferencias significativas en el tiempo de cierre del defecto epitelial (media ± desviación estándar: 17,44 ± 2,40 vs 18,2 ± 2,23 días, p 0,073). Las complicaciones fueron mayores en el grupo de mPRFC (28,6% vs 8,9%, p 0,011); la hipertensión ocular y el granuloma conjuntival fueron más frecuentes en el grupo de mPRFC; no hubo ninguna pérdida de injerto, infección, simblefaron ni escleritis en ninguno de los grupos.
- Un estudio prospectivo no aleatorizado(2) comparó injerto de mPRFC, trasplante de membrana amniótica y autoinjerto de conjuntiva en 49 pacientes sometidos a cirugía de pterigion (26, 10 y 13 ojos en cada grupo respectivamente). La recurrencia con mPRFC fue menor que con membrana amniótica , pero mayor que con autotrasplante conjuntival. Los autores concluyen que sus resultados sugieren que las 3 técnicas son eficaces y que la mPRFC es una técnica segura y eficaz en el tratamiento primario del pterigion, pudiendo resultar de utilidad cuando se requieren grandes escisiones o la conjuntiva sana existente es insuficiente.
- Otro estudio, retrospectivo de cohorte única(3), evaluó la seguridad y eficacia del uso de la mPRFC en 15 pacientes con patología corneal y conjuntival susceptible de tratamiento quirúrgico: defecto epitelial persistente, úlcera corneal neurotrófica, perforación corneal traumática, queratoplastia fallida, queratopatía en banda y pterigion. La mPRFC se aplicó como injerto corneal, injerto conjuntival, o apósito. En 13 pacientes se consiguió un cierre total del defecto y en 2 el cierre fue parcial; en todos ellos mejoró la agudeza visual corregida; no se reportaron efectos adversos.*
- Por último, la comunicación de un caso(5) de una niña de 6 años en la que un dellen corneal (un adelgazamiento) resultante de la extirpación de un papiloma conjuntival se resolvió tras el uso de una mPRFC junto a gotas de PRFC.
*Se ha hallado otra publicación, de similares características, cuyos pacientes podrían corresponder con varios de los incluidos en este estudio(4).