En general, los documentos consultados coinciden en la necesidad de retrasar el embarazo al menos 6 meses después de un tratamiento con radioyodo en la mujer, para evitar la posible toxicidad fetal y permitir un adecuado control de la enfermedad materna.
Varios sumarios de evidencia (SE) de Uptodate sobre el uso de radioyodo en el hipertiroidismo señalan que el embarazo es una contraindicación absoluta para el tratamiento con yodo radiactivo, e indican que la mujer debería evitar el embarazo en los 6 meses siguientes a dicho tratamiento.
- En el caso del hipertiroidismo debería posponerse el embarazo 4-6 meses. Este periodo permite asegurar que el hipertiroidismo se ha curado y se ha corregido el hipotiroidismo antes de la concepción. Añade que, algunos autores (debido a que los anticuerpos frente al receptor de la tirotropina aumentan tras el tratamiento con el yodo radiactivo pudiendo permanecer elevados un año y esto podría aumentar el riesgo de hipertiroidismo fetal o neonatal), sugieren retrasar el embarazo incluso un año o más. No obstante, el documento aclara que las anomalías congénitas no parecen ser más frecuentes en las mujeres tratadas con radioyodo, por lo que se debería permitir continuar con un embarazo que pueda surgir, de manera imprevista, durante este periodo(1).
- En el caso del cáncer de tiroides, este periodo permite cerciorarse de que no se precisan más pruebas diagnósticas ni tratamiento radiactivo adicional y de que se han normalizado los niveles de hormonas(2,3).
El SE de Dynamed sobre el tratamiento postoperatorio con radioyodo en el cáncer diferenciado de tiroides(4) recoge la recomendación de la “American Thyroid Association” (ATA)(5,6) según la cual la mujer debería evitar el embarazo 6-12 meses tras ser tratada con radioyodo de la enfermedad tiroidea (recomendación fuerte de la ATA, evidencia de baja calidad*)
Estas recomendaciones coinciden con las encontradas en otras guías de práctica clínica (GPC) consultadas:
- La GPC de NICE sobre el cáncer de tiroides(7,8) afirma que la exposición al yodo radiactivo durante el embarazo es perjudicial para el feto en desarrollo, pudiendo ocasionar hipotiroidismo fetal y posibles trastornos cognitivos, por lo que el embarazo debería posponerse al menos 6 meses tras el tratamiento para evitar la exposición del feto y asegurar que la madre está en remisión y con el tratamiento sustitutivo adecuado.
- La GPC de la “European Thyroid Association” sobre la enfermedad de Graves(9) también recomienda que la concepción debería posponerse al menos 6 meses tras el tratamiento con radioyodo (recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada*), aconsejando el uso de anticoncepción durante ese periodo.
- Aunque más antigua que estas, la GPC de 2008 de la "European Association of Nuclear Medicine" sobre el tratamiento con radioyodo en el cáncer diferenciado de tiroides(10) indicaba que debería evitarse la concepción, mediante un método anticonceptivo seguro, en los 6 meses siguientes al tratamiento, lo que disminuye el riesgo de anomalías fetales. Añadía que evitar el embarazo durante 12 meses ha mostrado mitigar el riesgo aumentado de aborto. Además esta guía menciona que antes de recibir el tratamiento debedería informarse a los pacientes de esta necesidad de usar un método anticonceptivo seguro para evitar el embarazo hasta 6-12 meses después del tratamiento.
Finalmente, comentar que esta información coincide por la recopilada en una evaluación farmacoterapéutica sobre la enfermedad de Graves realizada por Prescrire(11) que indica que se esperen al menos 6 meses antes de intentar un embarazo. Destaca que:
- Son pocos los estudios que han evaluado los riesgos del radioyodo administrado poco antes de la concepción, aunque no se ha comunicado un aumento de defectos del nacimiento en las mujeres tratadas con radioyodo antes del embarazo.
- A pesar de estos datos, las guías recomiendan que las mujeres esperen 6 meses y se encuentren un eutiroidismo estable antes de quedarse embarazadas.
- Los anticuerpos frente al receptor de la tirotropina generalmente aumentan durante el año siguiente al tratamiento con el yodo radiactivo. Esto podría implicar un riesgo de hipertiroidismo fetal y neonatal.
*Consultar niveles de evidencia y grados de recomendación en los documentos referenciados.