Los documentos consultados indican que, aunque es una enfermedad poco frecuente, la forma grave de la enfermedad puede poner en peligro la vida de la madre y del feto, especialmente si la infección se contrae entre el segundo y tercer trimestre del embarazo. Las medidas barrera tales como equipos de protección individual, el uso de guantes, gafas y mascarillas N95 (FFP2) se consideran eficaces para evitar el contagio.
Los sumarios de evidencia (SE) sobre psitacosis consultados(1-3) indican que la infección en el embarazo puede poner en peligro la vida de la madre, especialmente al final del segundo o tercer trimestre, debido a la posibilidad de insuficiencia respiratoria, disfunción hepática o coagulación intravascular diseminada. El resultado fetal también es malo, con muerte fetal en 11 de cada 14 casos informados en una serie de casos(4) publicada como consecuencia de un brote en una granja de animales en 1997. La infección puede atravesar la placenta, alterar el flujo sanguíneo fetoplacentario y aumentar el riesgo de embolización bacteriana en el feto causando compromiso fetal intrauterino.
En cuanto a la prevención(3-5,6) se recomienda, al manipular aves enfermas o expuestas o al limpiar áreas contaminadas:
- Usar equipo de protección individual, incluyendo:
- bata o mono
- guantes
- mascarilla N95
- gafas
- gorro quirúrgico desechable
- calzado específico o cubrezapatos
- Retirar el material orgánico y desinfectar a fondo
- Tratar las aves infectadas con antibióticos (doxiciclina preferible a la clortetraciclina) con supervisión veterinaria.
- Generalmente no es necesario sacrificar o sacar a los animales de compañía del hogar.
Se ha seleccionado una serie de casos (7) publicada en 2020 en la que se presenta un caso de psitacosis gestacional, que no pudo ser diagnosticada como psitacosis y resultó en muerte materna y fetal a pesar del tratamiento intensivo. También se revisaron 23 casos de psitacosis gestacional. La mortalidad fetal y materna fue del 82,6% (19/23) y del 8,7% (2/23), respectivamente. Los autores concluyen que en mujeres embarazadas con fiebre alta y síntomas gripales, se debe sospechar infección por Chlamydia psittaci si al menos uno de los siguientes elementos está presente: contacto con ovejas, loros, periquitos o cabras; recuento leucocitario normal o moderadamente disminuido, trombocitopenia y disfunción hepática y/o renal; tos y/o consolidación o infiltración de lóbulos en la radiografía de tórax. Según los autores debería considerar la terapia con antibióticos con macrólidos antes del nacimiento, macrólidos o tetraciclinas después del nacimiento y la interrupción del embarazo.
Por útimo se adjuntan referencias a dos documentos de información para la población general.(8,9)