Los documentos consultados no encuentran relación entre el uso o abuso de redes sociales y la conducta suicida en adolescentes, en cambio sugieren que el uso apropiado de las redes sociales puede proporcionar apoyo en su prevención.
Los sumarios de evidencia (SE)(1-3) consultados, no incluyen entre los factores de riesgo para la conducta suicida el uso o abuso de las redes sociales. Señalan como factores de riesgo para la conducta suicida en niños y adolescentes las enfermedades mentales, conflictos familiares, autolesiones no suicidas, antecedentes de abuso infantil u otras experiencias infantiles adversas y acoso (experimentación o perpetración).
La Guía de Práctica Clínica (GPC) de prevención y tratamiento de la conducta suicida(4) (actualizada por última vez hace más de 5 años) recoge, entre los factores de riesgo que se han asociado a la conducta suicida en la infancia y adolescencia, el ciberbullying. Por otro lado en esta misma GPC se menciona que internet puede ser un buen medio para ofrecer información sobre aspectos relacionados con la prevención del suicidio y que el uso apropiado de las redes sociales puede proporcionar apoyo en este sentido.
Una GPC(5) de prevención del suicidio, específica para adolescentes y dirigida a educadores, menciona como principales factores de riesgo para la conducta suicida los trastornos mentales y sobretodo un intento previo de suicidio. El ciberacoso y los retos virales en redes sociales también está contemplado como un factor personal/social de riesgo suicida. En esta misma GPC se recomiendan varias aplicaciones para móviles y una página web de ayuda a los adolescentes con ideas suicidas. Las aplicaciones cuentan con los denominados “Mecanismos de escudo”, que son estrategias que se pueden utilizar en momentos de crisis, guías para afrontar la ansiedad, un plan de seguridad ante conductas suicidas y un banco de imágenes positivas que acerca a la vida. Además, la aplicación pregunta por el estado de ánimo y hace un registro diario del mismo y avisa de las citas con el terapeuta. Mientras que otra GPC(6) consultada sobre el suicidio no hace referencia a las redes sociales
Los hallazgos generales de una revisión sistemática (RS)(7), cuyo objetivo específico es buscar pruebas de la influencia negativa del uso de las redes sociales en las autolesiones no suicidas (NSSI, por sus siglas en inglés) y las tendencias suicidas de los adolescentes, sugieren que las redes sociales son utilizadas por jóvenes suicidas y autodestructivos como medio para comunicarse con otras personas que sufren problemas de salud mental similares para buscar apoyo social. Algunos usuarios reciben mensajes positivos y de apoyo para evitar el suicidio, mientras que otros encuentran consejos animando al suicidio. No es posible establecer la influencia negativa del uso de las redes sociales en las NSSI. Esta RS cuenta con algunas limitaciones entre las que destacan:
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Algunos de los estudios incluidos en esta RS se centraron en pacientes con diagnósticos psiquiátricos formales, incluida la depresión, a diferencia de otros estudios que reclutaron a la población general de adolescentes. Al evaluar la influencia de las redes sociales en línea, se debe tener en cuenta que los pacientes diagnosticados con trastorno depresivo mayor (TDM) tienen un alto riesgo de suicidio, lo que hace que la comparación con adolescentes sin depresión clínica sea difícil de cuantificar.
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No existen criterios en la clasificación de transtornos mentales [Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5)] establecidos para la adicción a Internet. Algunos autores han definido la adicción a Internet modificando los criterios que el DSM-5 aplica para el juego patológico.
Una revisión narrativa(8), cuyo objetivo era conocer la relación entre Internet y el comportamiento suicida en adolescentes, concluye que los adolescentes son una población vulnerable al comportamiento suicida y que recurren a internet en búsqueda de información e interacción social, por lo que este medio resulta tanto de riesgo como de protección frente al comportamiento suicida. Por lo tanto, los esfuerzos encaminados a prevenir el suicidio adolescente pueden usar internet como recurso efectivo para promover estilos de vida saludables, educar frente al comportamiento suicida y brindar apoyo oportuno a jóvenes en riesgo.