Según la documentación consultada, aunque en el momento actual no hay una indicación clara para el uso de stents venosos en el síndrome postrombótico, los datos procedentes de estudios observacionales sugieren que podrían ser eficaces por lo que podrían valorarse entre las diferentes opciones de tratamiento.
El sumario de evidencia (SE) de Uptodate(1) menciona que, en los pacientes con enfermedad venosa crónica, las intervenciones quirúrgicas o endovasculares en pacientes seleccionados con obstrucción venosa o reflujo podrían disminuir la incidencia de ulceración recurrente y cambios cutáneos y mejorar su calidad de vida. Añade que la oclusión o estenosis de segmentos de la vena iliaca pueden tratarse, entre otros, con angioplastia percutánea con colocación de stents.
El SE de Dynamed(2) incluye los stents venosos entre las opciones terapéuticas del síndrome postrombótico cuando las medidas conservadoras no logran controlar los síntomas y recoge la recomendación de la “American Heart Association” (AHA), que los incluye entre las técnicas a considerar en caso de oclusión de la vena ilíaca o la cava con síntomas graves: considerar el uso de cirugía (recomendación IIb y nivel de evidencia C de la AHA*) o recanalización endovenosa percutánea (por ejemplo stents, angioplastia con balón (recomendación IIb y nivel de evidencia B de la AHA*).
No se han encontrado guías de práctica clínica (GPC) recientes que recomienden esta medida y una GPC canadiense de 2015 sobre el manejo de la trombosis venosa profunda iliofemoral(4) únicamente aportaba al respecto que la evidencia sobre cualquier tratamiento eficaz del síndrome postrombótico (incluidos los stents) era limitada.
El “American College of Radiology”, en su documento de consenso sobre criterios de aplicabilidad(5) afirma que existe controversia en cuanto a cuál es la mejor opción para el control de los síntomas del síndrome postrombótico de la trombosis venosa profunda crónica. En cuanto al uso de stents (tras trombolisis o trombectomía quirúrgica), menciona que se ha descrito un efecto beneficioso en series de casos.
Una revisión sistemática(6) cuyo objetivo era analizar las tasas de permeabilidad a medio plazo y los resultados clínicos de los stents venosos iliacos usados en el tratamiento del síndrome postrombótico buscó (en Pubmed y Scopus) artículos publicados entre enero del 2000 y julio del 2020. En el análisis cualitativo se incluyeron 18 artículos y 14 en el análisis cuantitativo. Todos los estudios del análisis cuantitativo eran observacionales y de baja o muy baja calidad (stents en vena iliaca, 1.008 pacientes, 1.059 extremidades). Los autores concluyen que el análisis realizado sugiere que estos stents venosos son seguros y efectivos en el tratamiento del síndrome postrombótico. Destacamos los siguientes resultados:
- Complicaciones perioperatorias: lesión venosa intraoperatoria (4 estudios; tasa media del 28%; intervalo de confianza [IC] del 95%: 14,1-44,5 ); lumbalgia (3 estudios, 57,1%, IC 95%: 46,3-67,6 ); rotura del stents (2 estudios; 5,9%, IC 95%: 3,1-9,4 ); migración del stents (1 estudio, N=1; 0,97%).
- Curación de la úlcera (9 estudios): 78,1%, IC 95%: 71,7-83,9).
- Alivio del dolor (3 estudios): 53,4%; IC 95%: 31,8-74,4 ).
- Mejoría del edema (3 estudios): 48,8% (IC 95%: 25,2-72,7).
En la misma línea se encuentran los resultados de un metanálisis anterior que buscó, en Medline, Embase y “Cochrane Central Register for Controlled Trials”, artículos publicados en cualquier idioma hasta el 15 de enero de 2018. Se incluyeron 7 estudios observacionales (con al menos 20 stents) con 504 extremidades de 489 pacientes. Los stents podían localizarse en vena femoral, ilíaca externa, o ilíaca común y podían haberse colocado utilizando o no otros procedimientos venosos. Los autores también concluyen que los stents endovenosos son potencialmente efectivos y tiene bajo riesgo de complicaciones perioperatorias. Aunque encuentran que la calidad de la evidencia es muy baja, opinan que los stents iliofemorales deberían considerarse como una opción terapéutica para el síndrome postrombótico debido a obstrucción iliofemoral. Entre sus resultados destacamos de igual modo:
- Complicaciones: reestenosis u oclusión: 4 estudios, 3,4%, IC 95% 1,59-7,22%, p = 0,360); lesión venosa perioperatoria: 4 estudios,18,14%, IC 95% 7,88-36,45%, p < 0,0001); lumbalgia: 2 estudios, 52%, IC 95% 45-59%, p = 0,242.
- Curación de la úlcera: 7 estudios, 75,66%, IC 95% 66,78-82,78%, p = 0,161).
- Mejoría del dolor: 2 estudios, 52%, IC 95% 32-72%, p = 0,058) .
- Mejoría del edema: 2 estudios, 42%, IC 95% 33–52%, p = 0,405).
*Consultar niveles de evidencia y grados de recomendación en el documento.