Son varias las guías de práctica clínica consultadas sobre el ejercicio físico durante el embarazo(1-5) que mencionan de forma específica que la equitación es una actividad física que debería evitarse durante el embarazo dado el alto riesgo de caída y traumatismo abdominal (y, en consecuencia, fetal).
Una de las guías(2) indica que se debería advertir a las mujeres sobre la posibilidad de pérdida del equilibrio y traumatismo fetal si participan en equitación, esquí alpino, hockey sobre hielo, gimnasia o ciclismo durante el embarazo. (Calidad de la evidencia-grado de recomendación III-C)*
De publicación en nuestro contexto sanitario se dispone de una guía de práctica clínica(6) para el ejercicio físico durante el embarazo, pero sólo encontramos mención concreta a la equitación en la tercera edición de la guía de ayuda para la valoración del riesgo laboral durante el embarazo(7) en la cual se considera la equitación como actividad con elevado riesgo de traumatismo de alta energía e impacto pélvico, y en un documento del Consejo Superior de Deportes(8) que indica igualmente que algunos deportes como la equitación tienen riesgo de pérdida de equilibrio y caídas con eventual trauma fetal adicional.
No obstante señalar que al buscar en las bases de datos de estudios se identifica un estudio observacional retrospectivo(9) que al analizar los resultados obtenidos tras realizar una encuesta a 1.851 amazonas experimentadas después del parto o aborto espontáneo, encuentra que la equitación no influye en la duración del embarazo ni a un aumento en la tasa de abortos espontáneos o partos prematuros (ni siquiera al practicar saltos o equitación diaria profesional). El objetivo del estudio, que fue publicado previamente como ponencia en un congreso alemán(10), fue evaluar la influencia de la equitación y las diferentes disciplinas ecuestres sobre el aborto espontáneo y el parto prematuro. Se evaluaron las respuestas de un total de 1.558 cuestionarios válidos y como resultados principales se describe que:
- La duración media de las actividades de equitación durante el embarazo fue de 29,6 semanas.
- La duración promedio del embarazo de todas las jinetes involucradas fue de 39,5 semanas.
- La frecuencia de parto prematuro no difirió en comparación con el Registro Perinatal de Baja Sachsonia, Alemania.
- El 1,2% de los embarazos (n = 22) terminaron en aborto espontáneo.
- Montar a caballo no influyó en la duración del embarazo ni en el resultado fetal; tampoco la doma, la equitación profesional de más de 20 h por semana, o los saltos a caballo.
- Las mujeres embarazadas con contracciones pretérmino dejaron de montar a caballo unas 5 semanas antes que las mujeres sin estos síntomas (semana 25,4 vs. semana 29) (p<0,05).
- Los accidentes mientras montaban o tenían contacto con los caballos ocurrieron en el 9,7% de las encuestadas (n = 151). Tras el accidente, en un caso el embarazo terminó en aborto espontáneo, y otro embarazo terminó en parto prematuro de un niño sano. Más allá de estos 2 casos, el embarazo o el resultado del niño no se vieron afectados en ninguno de los accidentes.
Para los autores, en jinetes sanas y experimentadas, la equitación no influyó en la duración del embarazo pero los accidentes resultantes de montar a caballo u otras actividades ecuestres representan un riesgo considerable que se debería tener en cuenta.
*Ver en el texto completo del documento.