No se ha encontrado ninguna guía de práctica clínica ni protocolo que especifique la cantidad de suero fisiológico a utilizar para realizar el lavado nasal (LN) en neonatos. Solo en un documento de información para padres, se indica la cantidad de 1,5-2 ml en cada fosa nasal en niños pequeños y de hasta 5 ml en niños mayores.
La Asociación Española de Pediatría, cuenta con un apartado de información para familias y con respecto al LN(1) proponen las siguientes recomendaciones:
- Es recomendable hacer los lavados antes de dormir y antes de las tomas en los bebés.
- Suele ser suficiente con 1,5-2 ml en cada fosa nasal en niños pequeños y hasta 5 ml en niños mayores.
- La sensación será menos desagradable si el suero está a temperatura ambiente.
- Se puede tumbar al niño (boca abajo o boca arriba, como mejor se le sujete), procurando girarle la cabeza hacia un lado e intentando que no se eche hacia atrás.
- Cuando esté bien sujeto, se echa el suero fisiológico por el orificio que queda arriba, “con determinación”.
- Tras esta maniobra, sobre todo si está boca arriba, se le puede sentar para favorecer la expulsión de las secreciones.
- Posteriormente, se repite la maniobra para echar el suero en el otro orificio nasal, girándole la cabeza hacia el lado contrario.
- Si la nariz está muy obstruida, se puede echar un poco de suero, masajear para reblandecer y volver a echar más suero.
- Los niños mayores son capaces de realizar los lavados ellos mismos, inclinando la cabeza hacia un lado y posteriormente al contrario, y echando el suero por el agujero nasal que queda más arriba.
- Parte de los mocos los expulsarán y otra parte se los tragarán, que, por otro lado, es normal.
En una revisión narrativa (RN)(2) de reciente publicación, sobre la técnica de los lavados nasales en pediatría, los autores concluyen que los LN deben realizarse a baja presión positiva y con un volumen amplio de suero fisiológico para maximizar el efecto (el concepto de volumen amplio permanece arbitrario puesto que no se define la cantidad a utilizar). Los autores señalan que en futuras investigaciones se deberá profundizar en los aspectos de volumen a utilizar, material y posición del niño respecto a la técnica.
Por último, se ha realizado una búsqueda amplia en los recursos habituales utilizados en nuestro servicio, y se han consultado tres revisiones sistemáticas(3-5) , una RN(6) y dos estudios caso-control(7-8) en los que se evalúan los efectos del LN con solución salina como parte del tratamiento en las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores en lactantes y niños. Las edades de los niños que forman parte de los estudios son dispares, así como la cantidad de suero salino utilizado para realizar los LN, por lo que no nos es posible establecer una recomendación concreta sobre la cantidad de suero fisiológico a utilizar.