Pregunta actualizada a 26 de agosto de 2021
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En base a los resultados de los ensayos clínicos (ECAs) realizados con las vacunas de ARN mensajero (ARNm), las adenopatías (principalmente axilares pero también supraclaviculares) aparecen entre los dos a cuatro días tras la vacunación y se resuelven en el caso de la vacuna de ARNm 1273, (SpikevaxⓇ, Moderna) en uno o dos días y en el caso de la vacuna BNT162b2 (vacuna ComirnatyⓇ, Pfizer/BioNTech), unos 10 días.
Ante la falta de evidencia, un consenso de expertos de la “Society of Breast Imaging” (SBI), indica que una vez transcurridas 4 semanas de la última dosis de vacunación en mujeres con ARNm, si persiste la adenopatía axilar unilateral se recomienda realizar una nueva valoración, en 4-12 semanas. Otros consensos de expertos sugieren esperar al menos 6 semanas antes de derivar para estudio.
Según el sumario de evidencia (SE) sobre detección de cáncer, diagnóstico, vigilancia posterior al tratamiento en pacientes no infectados durante la pandemia y problemas relacionados con la vacunación COVID-19 en pacientes con cáncer(1), la adenopatía axilar y / o supraclavicular solo se notificó en raras ocasiones después de la administración de la vacuna contra el Bacillus Calmette-Guerin, la influenza y el virus del papiloma humano. Sin embargo, se han observado tasas más altas después de la administración de las dos vacunas de ARNm de COVID-19.
El sumario hace referencia a los informes que publican los Centers for Disease Control and Prevention, con respecto a los efectos adversos notificados en ECA llevados a cabo con las vacunas de ARNm:
En el caso de la vacuna SpikevaxⓇ de Moderna(2) menciona, que la inflamación o sensibilidad axilar fue un evento adverso esperado y se informó en el 11,6 % de los pacientes después de la primera dosis (frente al 5 % para el placebo) y en el 16 % después de la segunda dosis (frente al 4,3% para el placebo). La linfadenopatía del brazo y el cuello también se informó como un evento no esperado en más pacientes que recibieron la vacuna (1,1 frente al 0,6% con placebo); se desarrolló entre el segundo y el cuarto día posteriores a la vacunación y la duración media fue de uno a dos días.
Para las personas que recibieron la vacuna ComirnatyⓇ de Pfizer(3) la linfadenopatía en la axila y el cuello sólo se informó como un evento adverso no esperado, con 58 casos más en el grupo de vacuna que con placebo (64 frente a 6 casos). La linfadenopatía generalmente se desarrolló entre dos y cuatro días después de la vacunación y duró una media de 10 días.
Continúa el SE diciendo que las tasas informadas y la duración de la linfadenopatía en ambos ensayos se basaron en la evaluación clínica y, por lo tanto, es probable que las tasas de adenopatía subclínica detectadas por imágenes radiológicas (incluida la mamografía) sean más altas.
La aparición de adenopatías como efecto adverso de las vacunas también está recogido en las fichas técnicas de las vacunas(4,5) (habitualmente linfadenopatía axilar en el mismo lado del lugar de la inyección aunque en algunos casos se vieron afectados otros ganglios linfáticos [p. ej., cervicales, supraclaviculares]), en el 7º informe de farmacovigilancia de la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (AEMPS) sobre vacunas COVID-19(6), así como en el BMJ best practice de enfermedad de coronavirus 2019(7). En este sumario se indica que se han notificado casos de linfadenopatía axilar / supraclavicular ipsilateral dentro de los 2 a 4 días posteriores a la vacunación; que ocurre con más frecuencia después de la segunda dosis y más comúnmente con la vacuna de Moderna en comparación con la vacuna de Pfizer / BioNTech; y que la incidencia informada es de aproximadamente del 3%.
En cuanto a la adenopatía supraclavicular, un estudio de 20 casos clínicos en España(8), informó del inicio agudo de linfadenopatía supraclavicular coincidiendo con la administración intramuscular ipsilateral de la vacuna de ARNm (Comirnaty, Pfizer – BioNTech (Puurs, Bélgica) en 19 casos o ARNm-1273, Moderna (Madrid, España) en un caso). Todos los sujetos eran trabajadoras sanitarias con edades comprendidas entre los 25 y los 60 años, con diferentes días de administración y números de lote de vacuna. En seis casos, los síntomas ocurrieron después de la primera dosis de vacuna, mientras que los 14 restantes ocurrieron después de la segunda dosis. Todos completaron el programa de vacunación de dos dosis. Se hizo seguimiento de los casos y todos mejoraron clínicamente, 15 se resolvieron por completo entre los 5 y los 16 días desde su inicio.
El manejo de la adenopatía ipsilateral en pacientes que recibieron recientemente una vacuna COVID-19 se basa en este momento en consensos de expertos y hacen referencia fundamentalmente a la adenopatía axilar. La SBI(9) reconoce que hay una variedad de enfoques válidos para esta situación clínica y propone:
- Considerar el obtener la siguiente información de los pacientes: estado de vacunación de COVID-19, horario y lado (brazo izquierdo o derecho) de la vacunación. Para minimizar la ansiedad de la persona, es conveniente explicar que las vacunas pueden provocar una inflamación temporal de los ganglios linfáticos, lo que puede ser una señal de que el cuerpo está produciendo anticuerpos.
- Después de diagnóstico apropiado para adenopatía axilar unilateral en mujeres que recibieron una vacuna COVID-19 en la extremidad superior ipsilateral dentro de las 4 semanas anteriores, considerar una nueva evaluación a corto plazo, 4-12 semanas después de la segunda dosis de vacuna.
- Si la adenopatía axilar persiste después de este seguimiento a corto plazo, entonces habría que considerar la biopsia de los ganglios linfáticos para excluir tumores malignos mamarios y no mamarios.
En otro documento de consenso(10) se recomienda que, si persiste la adenopatía axilar ipsilateral 6 semanas después de la dosis final de vacunación, se realice una ecografía para una evaluación adicional y una posible biopsia. Y en un tercer documento de consenso(11) se recomienda de forma similar que, en pacientes con una nueva adenopatía (axilar o supraclavicular) clínicamente evidente en el contexto de una vacunación ipsilateral reciente, se considere la observación durante al menos 6 semanas antes de derivar para una evaluación de diagnóstico por imágenes o una biopsia de los ganglios.