La dieta macrobiótica se define como una forma de alimentación basada en el principio del Yin y el Yang, que busca el equilibrio físico y emocional. Este enfoque se basa en el consumo de alimentos orgánicos cultivados localmente, vegetales y alimentos integrales con disminución de la ingesta de grasas, azúcares y alimentos procesados. Todo el consumo debe mantener un equilibrio entre sus componentes y el aporte de energía que supone para la persona, con la finalidad pretendida de mejorar, controlar o curar enfermedades]
En todos los estudios consultados la dieta utilizada ha sido la modalidad Ma-pi 2, en la que el reparto calorío es: un 72 % de hidratos de carbono, 18 % de grasa y el otro 10% de proteínas; y con 30gr. de fibra por cada 1000 Kcal.
Tras la revisión de la literatura se extrae que, aunque algunos estudios sugieren que el consumo de la dieta macrobiótica puede ser eficaz en el manejo de la diabetes mellitus tipo 2, no hay información suficiente que permita conocer la eficacia y la seguridad de la dieta macrobiótica en la mejora o control de la diabetes mellitus tipo 2.
Una revisión sistemática (RS)(1) de reciente publicación de ensayos clínicos(ECA) que evalúa la eficacia y seguridad de la dieta macrobiótica, tan sólo incluyó dos estudios, en pacientes con diabetes mellitus tipo II y en pacientes no diabéticos con hipoglucemias reactivas(2,3), el tamaño muestral oscilaba entre 51 y 40 pacientes y las medidas de resultado se calculaban a los 21 días. Tanto la dieta experimental como la dieta utilizada en el grupo control evaluadas, consiguen reducción significativa de algunas variables estudiadas. Sin embargo, los resultados obtenidos no permiten su inferencia debido principalmente al reducido tamaño muestral utilizado y a su corto periodo de seguimiento. Lo mismo sucede con sus resultados sobre seguridad: aunque no se hayan identificado reacciones adversas tras su utilización, es necesario comprobar su efecto durante más tiempo y en un mayor número de personas. Los autores concluyen que no hay información suficiente que permita conocer su eficacia en la mejora o control de enfermedades ni sobre su seguridad.
Este estudio analiza(4) los resultados agrupados obtenidos en cuatro estudios de intervención dietética a corto plazo (21 días), realizados en diferentes países, con el objetivo de evaluar los efectos de esta dieta en el control metabólico de los pacientes con DM2. Se utilizó el tamaño del efecto de Cohen (d) para describir la relación entre las variables dependientes (glucosa en sangre, lípidos séricos, presión arterial, etc.) y la variable independiente (dieta Ma-Pi 2). El análisis del tamaño del efecto, demostró que la glucemia se asoció con el efecto más alto, d = 2,44 (intervalo de confianza del 95% 2,77-2,11). El tamaño del efecto individual para cada variable de cada estudio observado, independiente del tamaño de la muestra del estudio, obtuvo una significación estadística p> 0,05 para todas las comparaciones. El efecto positivo de la dieta Ma-Pi 2 sobre el perfil glucémico y sobre la glucosa venosa fue independiente del consumo de fármacos hipoglucemiantes. Los resultados sugieren que la dieta Ma-Pi 2 podría considerarse un tratamiento adicional válido para la DM2, especialmente si es necesario controlar rápidamente el metabolismo de los carbohidratos, pero son necesarios más ECAs donde el grupo control reciba la dieta estándar recomendada para la diabetes.
Esta RS(5) incluyó estudios publicados sobre la efectividad de dietas bajas en carbohidratos(LCD), macrobióticas, veganas, vegetarianas, mediterráneas y de ayuno intermitente en comparación con dietas bajas en grasas (LFD) para el manejo de la diabetes, con una duración mínima de seis meses o más. Se incluyeron dos estudios sobre la dieta macrobiótica(6,7). No se encontraron diferencias significativas en el control glucémico, el peso y los lípidos para la mayoría de las dietas LCD en comparación con LFD. La dieta vegana y macrobiótica demostró un mejor control glucémico, mientras que la dieta vegetariana mostró una mayor reducción del peso corporal y sensibilidad a la insulina. Los autores concluyen que, aunque se requieren más ensayos de intervención a largo plazo, la creciente evidencia respalda la opinión de que los patrones dietéticos veganos, vegetarianos, macrobióticos y mediterráneos deben implementarse en las estrategias de salud pública, para un mejor control de los marcadores glucémicos en individuos con DM2.
Por último, mencionar que ni los sumarios de evidencia ni las guías de práctica clínica consultadas, sobre la alimentación en personas con diabetes tipo 2(8-11) mencionan la dieta macrobiótica.