Según la documentación consultada, aunque en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) debería evitarse el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) por el posible riesgo de empeoramiento de la EII, su empleo, de forma cautelosa y durante cortos periodos de tiempo, está indicado para el tratamiento de la artropatía asociada cuando la enfermedad intestinal está controlada.
Varios sumarios de evidencia (SE) de Uptodate abordan el uso de los AINEs en los pacientes con EII. Explican que algunos de estos pacientes toleran los AINE, sobre todo a dosis bajas(1) y comentan que, aunque los estudios observacionales sugieren un mayor riesgo de exacerbación de la EII con el uso de AINEs, varios ensayos controlados aleatorios de pequeño tamaño no han mostrado un aumento significativo en la actividad de la enfermedad o recaída cuando se usan inhibidores de la COX-2 a corto plazoo(1,2).
Los autores del segundo sumario seleccionado(2) sugieren el uso de AINEs como terapia de primera línea para el tratamiento de la artritis asociada a EII*. Añaden que estos fármacos deberían emplearse a dosis antiinflamatorias, junto con un inhibidor de la bomba de protones y en colaboración con la consulta del especialista de gastroenterología. En caso de que los síntomas no mejoraran en 2 semanas o el fármaco no se tolerara, antes de iniciar un fármaco antirreumático modificador de la enfermedad no biológico, debería probarse con un segundo AINE. Si los síntomas de la EII aparecieran o empeoraran durante el uso de los AINEs, estos deberían suspenderse temporal o definitivamente (en estos casos los autores del sumario no prueban con un segundo AINE si el primero no funciona).
El SE de Dynamed sobre la artritis enteropática(3)** menciona que la mayoría de los pacientes responden al tratamiento con AINEs pero que, debido a que pueden exacerbar la EII, deben emplearse con precaución y que los inhibidores de la COX-2 podrían ser mejor tolerados que los AINEs tradicionales.
Por su parte, el SE de BMJ Best Practice sobre la colitis ulcerosa (CU)(4) menciona que el uso de AINE, sobre todo los no selectivos, puede provocar un brote de la enfermedad en algunos pacientes. El sumario dedicado a la enfermedad de Crohn (EC)(5), aunque recomienda aconsejar a los pacientes que eviten el uso de AINEs porque podrían empeorar el curso de la enfermedad, apoya su uso a corto plazo para el tratamiento de la artropatía asociada a esta entidad.
El “American College of Gastroenterology” encuentra que el uso de AINEs se ha asociado con la hospitalización relacionada con la EII y recaídas de la enfermedad en hasta un tercio de los pacientes y en su guía de práctica clínica (GPC) de CU(6) recomiendan evitarlos en los episodios agudos graves de CU.
Y en la GPC sobre la EC(7) recomienda que deberían evitarse en los pacientes con EC cuando sea posible (recomendación fuerte, bajo nivel de evidencia#) porque podrían exacerbar la actividad de la enfermedad. Esta segunda guía comenta además que, aunque no se ha demostrado que los inhibidores de la COX-2 en periodos cortos exacerben la CU, no se han realizado estudios similares en la EC.
Finalmente recogemos, de nuestro contexto sanitario, el documento de consenso sobre el tratamiento de pacientes con EII asociada a espondiloartritis del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa(8) del que destacamos la siguiente información respecto al uso de AINEs:
- Aunque las fichas técnicas de la mayoría de los AINE recogen la recomendación de las autoridades reguladoras de no utilizarlos en las EII, su papel en la actividad o las recaídas de la EII es controvertido y los datos procedentes de estudios controlados son muy escasos.
- El potencial daño de los AINE en intestino delgado y grueso podría no ser prevenido con el uso de IBP.
- La toxicidad digestiva de los inhibidores de la COX-2 parece menor que la del resto de los AINE y podrían asociarse con un menor riesgo de recidiva de la EII que los AINEs clásicos.
- Es posible que exista una predisposición individual a la toxicidad de los AINE, por lo que el tratamiento debería individualizarse según el curso clínico de cada paciente.
- Parece prudente evitar el uso de AINEs en pacientes con EII activa o de difícil control.
- En el paciente con EII controlada podrían emplearse inhibidores de la COX-2 de forma cuidadosa y durante un periodo corto de tiempo.
- En caso de ser necesario el uso de un AINE clásico, ibuprofeno y naproxeno tendrían un mejor perfil de seguridad gastrointestinal.
- Es recomendable informar al paciente sobre las incertidumbres existentes sobre el uso de AINEs en la EII, sus riesgos y beneficios.
*Las manifestaciones clínicas incluyen: arteriopatía períférica de predominio en miembros inferiores, sacroileítis, espondilitis, entesitis y dactilitis.
**Artropatía inflamatoria que aparece en pacientes con patologías gastrointestinales (como la EII).
#Según el sistema GRADE.