Tras la búsqueda realizada con los recursos habituales de este servicio, es muy escasa la información localizada sobre el tamaño de jeringa adecuado para realizar una flebotomía en niños. Los documentos encontrados indican tan solo que la jeringa utilizada debe ser de pequeño calibre.
La guía de la OMS(1) sobre las mejores prácticas en flebotomía, indica con respecto al equipo a utilizar en niños lo siguiente:
- Utilice una aguja de acero con alas, preferiblemente de calibre 22 ó 23, con un tubo de extensión (una mariposa):
- evitar calibres de 25 o más porque pueden estar asociados con un mayor riesgo de hemólisis;
- use una mariposa con una jeringa o un tubo de vacío con un adaptador; una mariposa puede facilitar el acceso y el movimiento, pero el movimiento de la jeringa adjunta puede dificultar la extracción de sangre.
- Utilice una jeringa con un volumen de cilindro de 1 a 5 ml, según las necesidades de recolección; el vacío producido al extraer con una jeringa más grande a menudo colapsará la vena.
- Cuando utilice un tubo de vacío, elija uno que recoja un volumen pequeño (1 ml o 5 ml) y tenga un vacío bajo; esto ayuda a evitar el colapso de la vena y puede disminuir la hemólisis.
- Siempre que sea posible, use equipo de seguridad con cubiertas para agujas o características que minimicen la exposición a la sangre. Las jeringas de desactivación automática (AD) están diseñadas para inyectarse y no son apropiadas para flebotomía.
Dos protocolos(2,3) sobre obtención de muestras venosas, indican que las jeringas de pequeño calibre y/o de perfusión continua son las idóneas para las extracciones pediátricas(2) y que en niños mayores de un mes la extracción venosa se hará como en los adultos, pero variando el calibre de la aguja que será de 22-23 G. También indica que se debe extraer la sangre lentamente para evitar que la vena se colapse(3).