Pregunta actualizada a 6 de abril de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la práctica clínica.
Tras la revisión realizada, y hasta que no se disponga de más evidencia, destacamos que:
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Un importante número de casos de niños con infección por SARS-CoV-2 cursan la enfermedad de forma asintomática (asciende al 27% en algunas de las series consultadas).
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En los niños que manifiestan síntomas, estos suelen ser más leves que en los adultos. La mayor parte de los adultos presentan fiebre y tos como síntomas iniciales de la enfermedad; en los niños estos síntomas están presentes en menos del 50% de los casos (en el 16,3% de los casos en una revisión sistemática en la que se evalúan las características clínicas de 1.118 niños [ver abajo]).
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Otros síntomas informados en niños son síntomas de vías respiratorias superiores como congestión nasal y rinorrea y síntomas digestivos. Es poco frecuente el dolor de garganta, la astenia, las cefalea o la mialgia; no se han descrito síntomas de afectación neurológica en las series de casos revisadas.
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Es menor el número de niños (comparado con los adultos) que presentan complicaciones.
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En base al menor número de casos se desconoce el efecto que la presencia de comorbilidades puede tener en la evolución de la enfermedad aunque se presupone que puede empeorarla.
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La tasa de mortalidad es muy baja en niños. No obstante, se han informado recientemente casos mortales de COVID-19 en niños.
Un documento de consenso chino publicado a principios de febrero de 2020 sobre el diagnóstico y tratamiento del COVID-19 en niños(1) comentaba que, según los datos epidemiológicos de que se disponía en ese momento, el período de incubación de las infecciones por SARS-CoV-2 en niños varía de 1 a 14 días, en su mayoría de 3 a 7 días, que la mayoría de los niños infectados tienen manifestaciones clínicas leves y que la mayoría de ellos se recuperan dentro de 1 a 2 semanas después del inicio de la enfermedad. Los niños infectados estaban asintomáticos o presentaban fiebre, tos seca y astenia; unos pocos casos manifestaron síntomas de las vías respiratorias superiores, como congestión y goteo nasal; y algunos pacientes presentaron síntomas gastrointestinales, como molestias abdominales, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea.
El sumario de evidencia de BMJ Best Practice, actualizado el 27 de marzo(2), añade como información adicional que:
- Una serie de casos aún pendiente de publicación (2015 casos confirmados de COVID-19, entre ellos 99 niños) sugiere que la mediana del período de incubación puede ser más larga, fundamentalmente en niños (7 días en adultos y 9 días en niños con un rango de 0 a 33 días)(3).
- En cuanto a la presentación clínica en población pediátrica comenta que los signos y síntomas pueden ser similares a otras infecciones respiratorias virales comunes y otras enfermedades infantiles, por lo que en los niños se requiere un alto índice de sospecha de COVID-19. Los niños son típicamente asintomáticos o presentan síntomas leves (por ejemplo, fiebre de corta duración y de resolución rápida, tos leve, dolor de garganta, congestión, rinorrea). Sin embargo, también se ha informado de enfermedad moderada a grave en niños y de polipnea en niños con enfermedad grave. También hay informes de casos de recién nacidos y bebés que presentan síntomas predominantemente gastrointestinales. Además, destaca el sumario que se desconoce si los niños con afecciones de salud subyacentes tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y que las complicaciones en los niños parecen ser más leves y más raras.
Similar información encontramos en el documento de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) destinado a los profesionales que atienden a niños(4). Se indica que la enfermedad entre los casos pediátricos parece ser leve, y la mayoría de los casos presentan síntomas de infección respiratoria, tos, congestión nasal, rinorrea y dolor de garganta. También comenta que dado que los signos y síntomas de COVID-19 en niños pueden ser similares a los de las infecciones respiratorias virales comunes u otras enfermedades infantiles es importante valorar la posibilidad de COVID-19, pero también se ha de continuar considerando y analizando otros posibles diagnósticos. Destaca igualmente que hasta la fecha, ha habido múltiples informes de niños con infección asintomática por SARS-CoV-2.
Respecto a la información que aportan documentos elaborados en nuestro contexto sanitario:
El documento técnico publicado el 26 de marzo por el Ministerio de Sanidad como información acerca de los casos pediátricos(5) describe que:
- Los casos asintomáticos son más frecuentes en niños y se ha observado que algunos de estos casos asintomáticos presentan alteraciones radiológicas pulmonares, como opacidades multifocales, y alteraciones analíticas, como la elevación de la fosfatasa alcalina.
- En todas las series las series publicadas en relación al brote de China los niños desarrollan un curso clínico mucho más leve: en China sólo 2,5% y 0,2% de los menores detectados desarrollaron enfermedad grave o crítica. La clínica leve o ausencia de síntomas en niños se observó incluso con carga viral alta e incluso, como se ha dicho arriba, en presencia de alteraciones radiológicas importantes.
En el documento del Ministerio sobre el manejo hospitalario del paciente con COVID-19(6) y en el documento de consenso de varias sociedades científicas sobre el manejo clínico del COVID-19 en el niño(7), se describe como cuadro clínico leve en el paciente pediátrico: fiebre (no siempre presente), tos, congestión nasal, rinorrea, expectoración, diarrea, cefalea. Como cuadro clínico grave: una semana después de los síntomas leves malestar, irritabilidad, rechazo de alimentación, y/o hipoactividad; en algunos casos progresión rápida (1-3 días) a fallo respiratorio no reversible con oxígeno, shock séptico, acidosis metabólica, coagulopatía y sangrados.
En cuanto a la cuantificación de la frecuencia de los síntomas en niños, tras la búsqueda realizada se identifican varias series de casos de paciente pediátricos en las que se evalúan de forma retrospectiva las características clínicas de la enfermedad COVID-19 en esta población. En general, todos los documentos mencionan, como hemos descrito, que habitualmente los niños tienen una enfermedad más leve que los adultos, con poca frecuencia de complicaciones y que las muertes han sido extremadamente raras (aunque son posibles y recientemente se han informado varios casos de infección con desencadenamiento fatal). Se seleccionan para su revisión las tres series de casos más recientes(8-10) (dos todavía en fase de previa a la publicación(8-9)) y con mayor número de niños evaluados:
En una de las series de casos, con 74 pacientes pediátricos (edad media 6 años [0,10-15,08]) con COVID-19 confirmado que fueron ingresados en dos hospitales chinos, respecto a las manifestaciones clínicas se describe que:
- A excepción de un paciente crítico, 20 (27,03%) casos fueron portadores asintomáticos de SARS-CoV-2, y 53 (71.62%) fueron casos leves a moderados con diversas manifestaciones.
- A diferencia de los pacientes adultos, en los que la fiebre (83,0%-98,6%) y la tos (59,4%-82,0%) se han descrito como los síntomas más comunes y predominantes, en estos niños la fiebre y la tos leve solo representaron el 27,03% y el 32,43%, respectivamente, de los síntomas al inicio de la enfermedad y durante la hospitalización.
- Raramente se observaron otros síntomas que manifiestan con frecuencia los adultos como astenia, congestión en el pecho, anorexia, diarrea, disnea, dolor de cabeza o expectoración; los niños evaluados no presentaron dolor de garganta, mareos o mialgia.
Otra serie de casos(9), también en fase de pre-publicación, describe los rasgos clínicos de 82 casos pediátricos confirmados de COVID-19 con edades de entre 0 y 16 años. En este grupo de niños presentaron fiebre 14 niños (17,07%), tos otros 14 (17.07%), fiebre y tos 37 (45,12%), fiebre con manifestaciones gastrointestinales 7 (8,54%) y dificultad respiratoria 2 niños (2,44%); 8 niños no manifestaron síntomas 8 (9,76%). Destacamos que en esta serie de casos 8 precisaron asistencia en la Unidad de Cuidados Intensivos y 3 tuvieron graves complicaciones; no obstante, todos los pacientes se recuperaron y fueron dados de alta.
Y en la tercera serie de casos(10) se analizaron los datos de 171 niños con infección por SARS-CoV-2 confirmada. La edad media de los niños infectados fue de 6,7 años. Un total de 27 pacientes (15,8%) no presentaron síntomas de infección ni características radiológicas de neumonía. La fiebre estuvo presente en el 41,5% de los niños en cualquier momento durante la enfermedad. Otros signos y síntomas comunes incluyen tos (48,5%) y eritema faríngeo (46,2%); taquicardia al ingreso (42,1%) y taquipnea al ingreso (28,7%). Otros síntomas menos comunes fueron diarrea, astenia (7,6%), rinorrea 13 (7,6%), vómitos (6,4%) y congestión nasal (5,3%).
Destacar por último, por el importante tamaño muestral, los resultados de una amplia serie de casos(11) de pacientes pediátricos de diferentes provincias chinas (2.143 niños):
- Del total de pacientes, 731 (34,1%) eran casos confirmados por laboratorio y 1.412 (65,9%) casos sospechosos. La mediana de edad de todos los pacientes fue de 7 años.
- Al evaluar la gravedad de los pacientes (incluidos los casos confirmados y sospechosos), 94 (4,4%), 1.091 (50,9%) y 831 (38,8%) pacientes fueron diagnosticados como casos asintomáticos, leves o moderados, respectivamente. De los 2.143 niños, 112 (5,6%) presentaron un cuadro clínico grave (definido como hipoxia) y 13 (0,6%) niños desarrollaron insuficiencia respiratoria o multiorgánica o síndrome de dificultad respiratoria aguda. Además, un niño de 14 años murió.
Tras la identificación de una revisión sistemática(12) (pendiente de publicación) que aborda este tema, el 6 de abril se procede a actualizar la pregunta incorporando los datos que aporta el documento:
La revisión sistemática incluyó para su valoración 34 estudios con un total de 1.118 casos pediátricos. De todos los casos, 1.111 tenían su gravedad clasificada: el 14,3% eran asintomáticos, el 36,4% se catalogaron como leves, el 46,0% como moderados, el 2,2% fueron considerados casos severos y el 1,2% catalogados como pacientes críticos. El síntoma más prevalente fue fiebre (16,3%), seguido de tos (14,4%), síntomas nasales (3,6%), diarrea (2,7%) y náuseas / vómitos (2,5%). Entre los signos clínicos más comunes descritos se encuentran el eritema faríngeo (7,1%), la taquicardia (6,4%) y la taquipnea (4,6%) al ingreso.
De forma similar a lo comentado arriba, los autores concluyen que la mayoría de los niños con COVID-19 tienen un curso clínico favorable y sus manifestaciones clínicas difieren ampliamente de los casos de adultos. Destacan además que la fiebre y los síntomas respiratorios no deberían considerarse un marcador distintivo de COVID-19 en niños. Y añaden que los pediatras deberían tener un alto nivel de sospecha clínica para diagnosticar a los niños infectados con SARS-Cov-2, dado que la mayoría de los casos pediátricos son asintomáticos o leves.