No se han encontrado documentos que hagan referencia a que la utlización, o no, de anestesia local subcutánea previa a la técnica, afecte en la valoración de los parámetros de una gasometría arterial.
El Manual de procedimientos(1), de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), expresa que todas las sociedades científicas recomiendan el uso de anestesia local al realizar la técnica de punción arterial, ya que es percibida por el paciente como muy dolorosa. SEPAR, lleva recomendando la utilización de anestesia local en la punción arterial desde su normativa de 1998.
Según dicen los autores textualmente:
“En la actualidad, con los fármacos disponibles a nuestro alcance y la alta cualificación de las enfermeras, no está justificada la realización de esta técnica sin tener en cuenta algo tan importante como es el dolor del paciente.
Se hace necesario elaborar e implantar protocolos que normalicen el procedimiento de realización de esta técnica, a fin de proteger tanto al paciente, al que se evita un dolor innecesario, como a la enfermera, que se ve amparada por un documento legal, de obligado cumplimiento, que recoge el uso de la anestesia de manera habitual y protocolizada, mejora la aceptación de la realización de esta técnica, que pasa de ser una mera recomendación a una obligación recogida en un protocolo, y salva el requisito de la prescripción médica para la utilización del anestésico”.
También se han encontrado protocolos(1-3) en los que se incluye la administración de la anestesia local, como parte del procedimiento de la punción arterial e incluso se argumenta que la anestesia no solo hace que disminuya el dolor de la persona, sino también la ansiedad y la hiperventilación.
Un sumario de evidencia(4), describe las fuentes de error a la hora de la medición de una gasometría, añadiendo, que se pueden evitar fácilmente con un buen cuidado de la muestra:
- La difusión de gas a través de la jeringa de plástico y el consumo de oxígeno por los leucocitos es una fuente potencial de error que resulta en una PaO2 falsamente baja cuando la muestra se deja durante períodos prolongados a temperatura ambiente. Sin embargo, la importancia clínica de este error es mínima si la muestra se coloca en hielo y se analiza en 15 minutos.
- La heparina que se agrega a la jeringa como anticoagulante puede disminuir el pH si se usa heparina ácida y la eliminación de heparina de la jeringa es incompleta. También puede diluir la PaCO2 , lo que da como resultado un valor falsamente bajo. Cuando se usa una jeringa para gases, se debe minimizar la cantidad de solución de heparina utilizada y se deben obtener al menos 2 ml de sangre.
- Las burbujas de aire que exceden del 1 al 2% del volumen sanguíneo pueden causar una PaO2 falsamente alta y una PaCO2 falsamente alta. La magnitud de este error depende de la diferencia en las tensiones de los gases entre la sangre y el aire, el área de la superficie de exposición (que aumenta con la agitación) y el tiempo desde la recolección de muestras hasta el análisis. La importancia clínica de este error puede disminuirse golpeando suavemente la jeringa para eliminar las burbujas después de que se haya extraído la muestra y analizando la muestra lo antes posible.
Por otro lado, se ha encontrado una revisión sistemática(5), muy reciente en la que se buscan alternativas a esta anestesia local previa a la punción ya que según los autores, es una técnica poco utilizada en algunos entornos de la atención y concluyen que los únicos enfoques alternativos efectivos para el alivio del dolor durante la punción arterial para el análisis de gases en sangre, fueron el uso de agujas de calibre muy fino, el uso de inyectores de presión sin aguja para el suministro subcutáneo de amino amidas y la aplicación de hielo durante al menos 3 minutos.