Tras la busqueda realizada con los recursos habituales de este servicio, no se ha encontrado evidencia de que el uso de la electroestimulación muscular o estimulación neuromuscular eléctrica (EMS), en miembros inferiores sea de utilidad en la prevención de la atrofia muscular en personas ingresadas en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
Se han localizado solo dos Ensayos Clínicos Aleatorios (ECA)(1,2) que revisan la efectividad de la EMS en pacientes ingresados en la UCI.
Uno de los ECA, publicado en el año 2013(1), hace referencia al efecto de la EMS para la prevención de la debilidad muscular adquirida en la UCI y para favorecer el destete de la ventilación mecánica. Para ello estudiaron a 80 individuos que estaban ingresados en UCI, y portaban ventilación mecánica durante más de 24h. Se clasificaron al azar en dos grupos: 40 pacientes recibieron solo líneas convencionales de tratamiento (grupo control) y 40 pacientes recibieron además una sesión diaria de EMS (grupo intervención). Para la evaluación clínica de la fuerza muscular se utilizó la Medical Research Council Scale (MRCS).
La MRCS no mostró diferencias significativas entre los dos grupos en los primeros 3 días posteriores al inicio de la ventilación mecánica, mientras que en el día 4, el valor promedio de MRCS fue de 46,86 ± 10,88 en el grupo de EMS versus 43,70 ± 9,32 en el grupo de control (p = 0,041) . En el día 21, el valor medio de MRCS fue de 29,67 ± 8,87 en el grupo de EMS versus 19,60 ± 4,34 en el grupo de control (p = 0,037). También se observó una diferencia significativa en la duración de la ventilación mecánica, ya que el valor medio en el grupo de EMS fue de 9,01 ± 8,01 días versus 11,97 ± 8,07 en el grupo de control (p = 0,048). Los autores concluyen que aunque la EMS no pudo prevenir la aparición de debilidad muscular adquirida en pacientes con ventilación mecánica y en estado crítico, si tiene un papel en la minimización del grado de debilidad muscular y podría ser útil para facilitar el destete de la ventilación mecánica.
El otro ECA (2), publicado en 2015, valora el efecto de la EMS frente a una intervención simulada en la fuerza de las piernas al alta hospitalaria, en pacientes sometidos a ventilación mecánica. La EMS fue aplicada a 3 grupos musculares bilaterales de extremidades inferiores durante 60 minutos diarios en la UCI. Se incluyó en el estudio a adultos que recibían ventilación mecánica durante la primera semana de la estancia en la UCI y que podían desplazarse independientemente de la cama a la silla antes del ingreso hospitalario. El resultado primario fue evaluar la fuerza muscular de la extremidad inferior al alta hospitalaria utilizando el puntaje de la MRCS (máximo, 30). Los resultados secundarios al alta hospitalaria, incluyeron la distancia a pie (caminata) y el cambio en la fuerza de las extremidades inferiores. Finalmente se incluyeron 36 individuos. Para la EMS vs simulacro, la fuerza media de la extremidad inferior fue 28 (2) vs 27 (3), P =0,072. Entre los resultados secundarios, los pacientes con EMS frente a pacientes simulados tuvieron una mayor distancia media a pie (514 frente a 251 pies, p = 0,050) y un aumento en la fuerza muscular (5,7 frente a 1,8 P = 0,019). Concluyendo los autores que en los resultados primarios, la EMS en pacientes críticamente enfermos con ventilación mecánica no mejoró significativamente la fuerza de las piernas al alta hospitalaria. No obstante los autores comentan que dado que el ensayo se detuvo pronto debido a un reclutamiento lento y al final de la financiación, no tiene el suficiente poder para detectar una diferencia real entre los grupos. Entre los resultados secundarios, las personas con EMS, frente a la simulación, tuvieron una distancia media a pie significativamente mayor y un cambio en la fuerza muscular al alta hospitalaria. Estas mejoras significativas en los resultados secundarios requieren de mas investigaciones para poder ser confirmadas.