A pesar de que el seguir una dieta baja en grasas es una recomendación extendida entre los pacientes que han sido sometidos a una colecistectomía (como ejemplo se referencian tres folletos de información para el paciente de nuestro contexto sanitario(1-3)), la búsqueda en los recursos habituales no identifica guías de práctica clínica o sumarios de evidencia que hagan mención a la necesidad de que el paciente colecistectomizado deba seguir algún tipo de dieta específica.
Por otra parte, la búsqueda en las bases de datos de estudios Medline, Embase y CENTRAL y en Google académico solo identifica un pequeño ensayo clínico aleatorio(4) en el que se evalúa la necesidad de prescribir una dieta baja en grasas en el postoperatorio temprano de pacientes sometidos a colecistectomía laparoscópica. Dicho estudio no encuentra diferencias significativas en la prevención o reducción de los síntomas digestivos entre los pacientes (sintomáticos o asintomáticos en el preoperatorio) que siguieron una dieta baja en grasas o una dieta normal tras la cirugía:
En el estudio se incluyeron 40 pacientes que se habían sometido a colecistectomía y que se dividieron al azar en dos grupos de 20 pacientes: el grupo I seguiría una dieta baja en grasas después de la operación y el grupo II, una dieta normal. Durante la hospitalización, los pacientes recibieron un formulario que contenía el plan dietético que debía seguirse después de la operación y se les indicó que regresaran en 15 días para la recopilación de datos.
Entre los 40 pacientes sometidos a colecistectomía, hubo 32 mujeres (80%) y ocho hombres (20%). La edad osciló entre los 18 y los 76 años, con una media de 47 años.
En el período preoperatorio se indica que 17 pacientes (42,5%) estaban asintomáticos y 23 pacientes (57,5%) sintomáticos. Entre los pacientes sintomáticos, los síntomas preoperatorios más prevalentes fueron estreñimiento y flatulencia. Estos aparecieron solos, juntos o con otros síntomas.
Considerando a los pacientes asintomáticos antes de la operación se encuentra que: en el grupo I (dieta baja en grasa), de los 11 pacientes, siete (63,6%) no presentaron síntomas digestivos después de la operación, y solo cuatro (36,4%) presentaron síntomas. En el grupo II (dieta normal), de los seis pacientes, cuatro (66,7%) continuaron sin presentar síntomas digestivos después de la operación y en dos (33,3%) aparecieron síntomas de inicio.
El análisis estadístico no encontró diferencias significativas entre los pacientes asintomáticos preoperatorios que siguieron la dieta baja en grasas y la dieta normal en la prevención o reducción de los síntomas dispépticos durante el período postoperatorio de 15 días (p> 0,05).
Si consideramos a los pacientes sintomáticos antes de la operación se observa que de los nueve pacientes del grupo I, en dos (22,2%) hubo una desaparición de los síntomas gastrointestinales después de la operación, seis (66,7%) permanecieron con los mismos síntomas y en un paciente (11,1%) hubo un intercambio de síntomas, es decir, un síntoma desapareció, pero surgió uno diferente. En el grupo II, de 14 pacientes, tres (21,4%) mostraron una desaparición de los síntomas gastrointestinales después de la operación, en dos (14,3%) hubo intercambio de síntomas, dos (14,3%) permanecieron con los mismos síntomas, en uno (7,1%) se agregó otro síntoma, en otros cuatro (28,6%) algunos permanecieron y otros desaparecieron, y en dos (14,3%) algunos permanecieron y hubo intercambio de síntomas.
El análisis estadístico no mostró diferencias significativas entre los pacientes con síntomas preoperatorios que siguieron la dieta baja en grasas y la dieta normal en la prevención o reducción de los síntomas digestivos durante el período postoperatorio de 15 días (p> 0,05).
Los autores del estudio concluían que los resultados obtenidos mostraban la ausencia de un efecto significativo de la dieta baja en grasas en la prevención o reducción de los síntomas dispépticos en el período postoperatorio inmediato de la colecistectomía laparoscópica y que, por lo tanto, la prescripción de una dieta baja en grasa dependerá de la línea que el cirujano prefiera seguir y del perfil del paciente y sus condiciones clínicas asociadas, ya que algunos prefieren mantener la dieta preoperatoria baja en grasas después de la colecistectomía debido a factores psicológicos.
Además, en una web de información al paciente del Servicio Británico de Salud (“National Health Service”, NHS)(5), entre las preguntas comunes sobre salud se incluye si se necesita cambiar la dieta después de la cirugía de vesícula biliar. En la respuesta a dicha cuestión se plantea que:
- La mayoría de las personas no necesitan seguir una dieta especial después de la colecistectomía, ya que la vesícula biliar no es esencial para la digestión.
- Por lo general, se puede comenzar a comer de forma normal unas pocas horas después de su operación, aunque para empezar, probablemente es preferible preferirá comer cantidades pequeñas.
- Es posible que se le haya recomendado seguir una dieta baja en grasas durante varias semanas antes de la cirugía, pero no es necesario continuar después.
- En su lugar, debe aspirar a tener una dieta generalmente saludable y equilibrada, que incluya algunas grasas.
- Si experimenta efectos secundarios de la cirugía, como indigestión, distensión abdominal, flatulencia o diarrea, puede ser útil realizar algunos pequeños ajustes en su dieta. Por ejemplo:
- Evitando las bebidas que contienen cafeína, como el café y el té.
- Evitando los alimentos que empeoran los problemas, como los picantes o grasos.
- Aumentando gradualmente su consumo de fibra. Su médico de cabecera también puede recomendar medicamentos si tiene diarrea.
- Los efectos secundarios de la cirugía de vesícula biliar generalmente duran solo unas pocas semanas, aunque la diarrea puede ser un problema más persistente para una pequeña cantidad de personas (y puede precisar que su médico de cabecera prescriba tratamiento farmacológico).